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Roger Waters en Chile 2023: Lo horrendo del mundo con la belleza de Pink Floyd

Entras a un show de rock, y sales con alguna profunda reflexión. Bienvenido a "This is Not a Drill" el inicio de la despedida de Roger Waters.

Roger Waters
Roberto Vergara

¿Existirá algún alma que salió insatisfecha de la primera de las dos jornadas de Roger Waters en nuestro país? Lo del ex Pink Floyd en el Estadio Monumental quedará archivado en el inconsciente colectivo de cada uno de los que asistieron a «This Is Not a Drill», el pasado sábado 25 de noviembre en Chile.

Un lleno total en el recinto de Macul abrazó al legendario músico que emocionado, agradeció las muestras de cariño de los presentes luego de interpretar «Eclipse», canción que cierra «The Dark Side of The Moon» y compuesta por el bajista.

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Pero la belleza del catálogo de Pink Floyd contraponían el relato del británico, en esta gira que es el comienzo de su despedida indefinida. Con la negación de algunos hoteles en Uruguay y Argentina de recibir a Waters, debido a su apoyo al pueblo palestino y algunas otras polémicas, fueron entregando un condimento interesante a la propuesta que llegó a nuestro país y que cuenta con un discurso permanente que muestra lo peor del ser humano.

Roger Waters y el primer show en Chile de 2023

Comenzó con un alto contenido político y no se detuvo. «Si eres de los que dicen. Me encanta Pink Floyd, pero no soporto la política de Roger, harías bien en irte a la mierda, e ir al bar en este momento» señala la primera advertencia antes que suene la música. El músico no anda con rodeos.

«Comfortably Numb» pero en su versión 2022 fue la bienvenida sonora. La dupleta «Another Brick in the Wall, Part 2» y «Another Brick in the Wall, Part 3» conducían al espectador a un terreno conocido, para salir de inmediato con «The Powers That Be», una protesta a la violencia policial con fuertes imágenes que relataban matanzas en diversas partes del mundo. Incluyendo a Chile con el asesinato del cantautor y dramaturgo, Víctor Jara.

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Los grandes momentos se mantuvieron durante toda la noche. Sumado a un sonido cuadrafónico que volvían mucho más íntimo el Estadio Monumental, en relación a los espectáculos de Waters realizados en el Estadio Nacional. El recinto de Colo Colo le sienta bien.

«This Is Not a Drill», un espectáculo que hay que presenciar

Con una voz más pausada, cuidadosa y a ratos más «narrada», pero también con momentos coléricos y llenos de ira como en «Run Like Hell», Roger despliega su canto en muy buena forma. Hay que considerar que cumplió 80 años el pasado 6 de septiembre, un punto importantísimo al apoyarse de manera magistral de su banda compuesta por Jonathan Wilson y Dave Kilminster en guitarras, Jon Carin en teclados, Gus Seyffert en bajo y los coros de Shanay Johnson y Amanda Belair.

Los puntos altos se mantuvieron durante las más de dos horas de espectáculo que realmente se hacen muy cortos. «Wish You Were Here» destaca por ser el momento más emotivo al recordar a Syd Barrett, en un relato estremecedor.

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«Sheep» deleita con una oveja inflable paseando por la planta baja del estadio, acompañado de un intenso mensaje de la canción del álbum «Animals» inspirada en el libro de George Orwell, «Rebelión en la Granja», que adelantaba un futuro distópico y con una directa crítica al capitalismo y a la industralización, muy bien recreado por el universo Waters.

«Déja Vu» parte del catálogo solista, arremete con imágenes de alto calibre sobre los ataques en Gaza por militares de Israel y la crueldad sobre los cuerpos inertes mientras siguen los mensajes en la pantalla.

«Money», «Brain Damage» y «Two Suns in the Sunset» entre otras, fueron parte de un intenso, crudo y muy buen sonorizado viaje por la cruel contingencia del mundo. Pero con la deslumbrante banda sonora de Pink Floyd (y piezas solistas) que te muestran sin adornos y añadiduras, que el mundo tiene situaciones horrendas que pueden ser narradas con una magistral composición. Y que junto a Roger Waters, transforman lo horripilante en piezas musicales que sirvan como influencia para realizar cambios de comportamientos. Entras a un show de rock, y sales con alguna profunda reflexión. Así es el presente del músico y así es «This Is Not a Drill», un espectáculo que hay que presenciar.


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