En un nuevo programa de Palabra Que Es Noticia, Andrea Moletto y Antonio Quinteros conversaron con Juan Carlos Said, médico internista y co-conductor del podcast “Lista de Espera”, sobre la fallida licitación para la Modalidad de Cobertura Complementaria de Fonasa.
Inviable para las aseguradoras
Said explicó que “la modalidad de cobertura complementaria es una ley que se aprobó en contexto de la ley corta de Isapres, y que permitiría que Fonasa licite seguros complementarios, fondos que aumentarían la cobertura en los prestadores privados en, se estima, un 30 u 80% para una atención hospitalizado”.
“Estos seguros son provistos por prestadores privados. La gracia es que serían seguros que no discriminarían por preexistencias y ni tampoco por edad. Pero se hizo una licitación y no hubo interesados, o sea, no hubo aseguradoras que dijeran: “Yo estoy dispuesto por X dinero a ser la aseguradora que ofrezca este seguro”, añadió.
Said señaló que esto podría deberse a la selección adversa, dado que la medida es inviable para las aseguradoras. “Si yo tengo muchos pacientes que están esperando atención, y yo creo este seguro, que a un precio relativamente accesible permitiría que ese tema se resuelva en el sector privado, es probable que los primeros miles de personas que se acerquen a contratar mi seguro, van a ser solamente personas que van a tener alguna enfermedad que van a querer que se resuelva algo de forma inmediata”, explicó.
Un nuevo sistema de salud
El médico apuntó a la necesidad de una fuerza política más amplia y a que intervenga la Ministra, ya que no solo se trataría de una negociación, sino de la creación de un nuevo sistema de salud.
“Acá se está creando un sistema de salud de segundo piso. Osea, un seguro complementario que va a funcionar para la gran cantidad de afiliados de Fonasa. Es, probablemente, la segunda reforma más importante del Gobierno después de la reforma de AFP”, enfatizó.
“Yo, si fuera Boric, estaría ahí, encima. Metería toda la “muñeca política” para lograr acuerdos para lo que todos queremos. Que haya una mejor integración público-privada, que se resuelvan los problemas de salud. Y que esta reforma no sea otra más que se empantane y que no avance”, añadió.
«Difícil implementación»
Said comentó que la importancia del seguro complementario radica en que los seguros con los que contaba Fonasa, son discriminatorios en razón de edad o preexistencias. «Si eres un adulto mayor de noventa años y diabético, lo más probable es que te resulte imposible conseguir un seguro», ejemplificó.
En ese sentido, «la gracia de este seguro complementario es que, al ser licitado por Fonasa y tener, se estima, alrededor de tres a cuatro millones de personas que podrían entrar a este seguro, se vuelve un pull muy grande de pacientes y donde un seguro puede decir: «Si el grupo es tan grande de afiliados, yo puedo no discriminar por edad, ni por preexistencias», pero la clave para que eso funcione, es que el pull de financiado sea grande».
El médico señaló que una de las falencias de este sistema pudo ser el no darle certeza a las aseguradoras ni resolver sus dudas, como a partir de cuántos afiliados comenzaría a operar el seguro, por ejemplo.
«Todos los sistemas de salud, y precisamente los sistemas de financiamiento, tienen un periodo de rodaje. Son de difícil implementación. Acá no estamos licitando una compra de una casa o de un sillón. En la práctica se está creando un sistema de salud, en cierta forma. Creo que estas son malas noticias para el Gobierno, pero yo efectivamente lo veo como algo esperable. Yo dudo que acá hubiera habido cualquiera que implementara esto y dijera «me salió la primera, todos nos pusimos de acuerdo».