
Una locura. Así de sencillo. Ese solo concepto resume las casi tres horas que dura “Mission: Impossible – The Final Reckoning”, la octava y última película de la saga que convirtió a Tom Cruise en un héroe de acción dispuesto a dar la vida por nuestro entretenimiento. A su Ethan Hunt lo conocimos en 1996 con la primera entrega y quedó claro de inmediato su potencial. Uno que logró el peak con “Rogue Nation” y “Fallout”, sus capítulos 5 y 6. Con esta parte 8, pretende dar un cierre emocional que nos deje satisfechos. Y, en cierta manera, lo logra con creces.
La gracia de una buena película de acción es que funcione estrictamente desde lo visual. Y acá, com Crusie está haciendolo costumbre, es impecbale. Todo lo que vemos es tangible. Efectos prácticos y un protagonista que está al filo de arriesgar su vida haciendo sus propias acrobacias. Si bien esto se convirtió en una herramienta de promoción de la franquicia de “Misión Imposible”, nuestros ojos no pueden creer lo que se ve en pantalla. Sumergido en el agua en una tarea riesgosa o colgado de un avión, como lo anticipaban los trailers, la que quizás es la última estrella de Hollywood cumple con su tarea. Todo gracias a su socio, el director Christopher McQuarrie.
Pero hay grietas acá. Con retrocontinuidades, referencias mucha, mucha exposición, pareciera que esta “Misión Imposible 8” fuese a naufragar. El “autor” en estas películas es en el fondo Tom Cruise. Son sus elecciones para el rodaje, si labor de productor ejecutivo y principal impulsor de toda esta “empresa”. Basta recordar cuánto nos reucerda de la pasión por hacer cine y que nunca perdamos la costumbre de ir a una sala a ver las películas. Vamos, está arriesgando su vida por ello.
El extenso metraje de esta “Final Reckoning” resulta emocionante, divertido y absurdo en el mejor sentido de la palabra. “bonkers” vendría a ser el concpeto anglosajón que la describe en su máxima expresión. Si intentas comprenderla y darle lógica, no la disfrutarás. Su acción intensa supera absolutamente todos los límites de la incredulidad. Lo que nos ofrece Tom Cruise con la saga de MI es puro espectáculo, y esa es la razón de ser de estas películas. Esta es su despedida del agente Hunt y vaya que nos cautiva en el último vals que plantea su “Misión Imposible 8”.
“Mission: Impossible – The Final Reckoning” se estrena en cines de Chile el jueves 22 de mayo.