Motörhead es una de las grandes bandas que pisó este planeta, pero como todo fenómeno musical, es producto de su propia época. ¿Surgiría hoy un grupo como Motörhead, tal como lo hizo a mediados de los 70?
La respuesta la ha dado Mikkey Dee, que aunque no fue miembro fundador, integró el trío desde 1992, hasta su disolución en 2016, tras la muerte de Lemmy Kilmister. Un periodo suficiente para opinar con autoridad.
El baterista, que se encuentra desde entonces en Scorpions, apareció en un reciente episodio de The Europe Drum Show Official Podcast, donde le preguntaron si creía que podría haber otra banda como Mikkey Dee Motörhead en el presente.
«No, hoy no», aseguró el músico sueco. «Es decir, estábamos demasiado descontrolados, ¿sabes? Conocí a Lemmy hace 34 años, y como probablemente sepas, me propusieron unirme a la banda ya en 1986, cuando tocaba con King Diamong, y respetuosamente tuve que rechazarlo porque dije: No estoy listo para ustedes. Aún no me he ganado el respeto«, recordó.
La identidad de Motörhead
Dee entraría al grupo seis años más tarde, donde recuerda «Escribíamos nuestra música. Si te gustaba, era una gran ventaja, pero si pensabas que era la peor porquería, nos importaba un bledo, ¿sabes?».
En esa línea, el batero de 61 años afirma que «hoy en día no creo que pueda existir una banda con ese tipo de actitud», ya que «el dinero es demasiado importante hoy en día para las bandas, lo cual es comprensible porque es extremadamente difícil estar de gira, grabar y ganarse la vida en la industria musical hoy en día».
Mikkey agrega que «entiendo que el dinero es más importante hoy que en nuestros días», pero en Motörhead nunca lo sintieron así.
«Lemmy era feliz con su whisky y viviendo al día sin quedarse sin dinero. Pero él… No gastaba mucho, así vivía y todo eso. Y así éramos todos. Solo queríamos tener una buena vida y una vida divertida», cuenta Mikkey Dee.
A partir de eso, enfatiza que «no creo que la industria pudiera soportar otro Motörhead hoy. Sería un choque inmediato, eso es lo que creo. Y esta corrección política en la que vivimos hoy en día es una broma».
«Como habría dicho Lemmy, estaríamos en la cárcel, porque no pudieron con nuestro sentido del humor. Realmente, se supone que hoy en día apenas se debe tener sentido del humor, que era el gran impulso de Motörhead: importarle y aceptarle, y simplemente disfrutarlo y reírse de ello», añadió.