ENTREVISTAS

«Hay gente muy buena para la pega que causa conflictos relacionales por el mal manejo de sus emociones»

Sebastián Rodríguez abordó la salud mental laboral de los hombres y la necesidad de tener un “tercer espacio” como regulador emocional.

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En un nuevo capítulo de Palabra Que es Noticia, Andrea Moletto y Antonio Quinteros conversaron con Sebastián Rodríguez, psicólogo, coach y columnista de La Tercera.

Emociones en los hombres

Sebastián Rodríguez planteó que los hombres, generalmente, tienen más dificultad a la hora del manejo emocional. Las mujeres, por el contrario, suelen tener una mayor disposición para hablar de su entorno –madres, hijos, parejas, amigas–, mientras que los hombres se centran exclusivamente en el trabajo. “Los hombres no te hablan de nadie, hablan de su trabajo, de su asunto”, señaló, evidenciando esta brecha emocional entre géneros.

Según Rodríguez, la rabia es una emoción que sienten mucho los hombres y que, incluso, les gusta sentir. Esta es una especie de válvula de escape para otras emociones como son la tristeza o la frustración. “La rabia es una emoción muy agradable, es una emoción que a uno lo hace sentirse poderoso”, explica. Agrega, además: “Yo me enojo con alguien, le levanto la voz, argumento bien, puedo ser incluso hiriente y a veces estos hábitos se instalan –me enojo y hay buenos resultados–”. De esta forma, la ira se normaliza como una herramienta –disfuncional– a largo plazo.

Rodríguez advierte que esta “rigidez emocional” es problemática incluso en el ámbito laboral: «Hay gente muy buena para la pega que causa conflictos relacionales por el mal manejo de sus emociones», comentó. Así mismo, el psicólogo afirma que los hombres que saben gestionar sus emociones y relaciones “son generalmente los que ocupan cargos más importantes en términos de liderazgo”.

También, destacó que las mujeres, en el ámbito laboral y según sus propias consultantes, buscan la estabilidad y tranquilidad; mientras que los hombres se mantienen más alerta, ansiosos y con diversos planes “en caso de”. 

El tercer espacio

Uno de los temas que abordó Rodríguez es la aparición de lo que se denomina el “tercer espacio”: un ámbito que no corresponde ni al trabajo ni a la familia, sino a un lugar personal. Actividades recreativas como los deportes, el arte o los juegos representan, para muchos hombres, un refugio emocional clave para salir de este “laberinto” de emociones malas o estresantes. “Las nuevas generaciones sí están preocupadas de tener un tercer espacio”, indicó, destacando un cambio generacional importante.

Según Rodríguez, este pilar puede ser fundamental a la hora de sostener el bienestar emocional del hombre cuando otro pilar se derrumba. “Si uno se queda sin trabajo y tiene un buen matrimonio, una buena familia, uno puede sobrellevarlo mejor”, afirmó. Sin embargo, también advirtió: “Si uno se queda sin trabajo y tiene un mal matrimonio, uno se va a la cresta”. En este contexto, se podría traducir este tercer espacio como un salvavidas.

Finalmente, destacó a las generaciones actuales, quienes están adoptando esto naturalmente. “Nos reímos de los más jóvenes: “Este se da el tiempo para ir al jardín de su hijo, a la graduación”, comentó, para luego destacar esta acción como un cuidado de salud mental. Esta, en sus palabras, es “la lógica Starbucks”: “Si no estás en tu casa, no estás en el trabajo, estás en el Starbucks”, es decir, en este tercer espacio necesario para la estabilidad emocional.


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