Scorpions regresó a los escenarios después de más de siete meses sin presentaciones en vivo. La banda alemana se presentó el 15 de marzo en el festival Vive Latino en el Estadio GNP Seguros de Ciudad de México.
Según Rock Fm, este concierto marcó el retorno de Mikkey Dee, su baterista, tras una grave septicemia. Sin embargo, debido a su estado de salud, su hijo Marcus subió al escenario para interpretar dos canciones.
Un momento inolvidable
El día después del concierto, Mikkey Dee compartió un mensaje en sus redes sociales. “¡Gracias, Ciudad de México! Anoche fue genial. Fue increíble volver a sentarme detrás de la batería después de la mierda que he pasado este año”, escribió.
También destacó el papel de su hijo en la presentación. “Anoche, mi hijo Marcus intervino y tocó un par de canciones para que yo pudiera descansar mi pie casi curado. Hizo un trabajo increíble y fue muy divertido para los dos compartir un momento así juntos”, expresó.
Planes para lo que viene
Mikkey Dee también adelantó lo que se viene para la banda. “Lo siguiente es Sudamérica, luego Europa todo el verano y Las Vegas en agosto. No veo la hora de rockear el resto del año. De nuevo, gracias, México. Nos vemos pronto de nuevo por aquí”, anunció.
Scorpions tiene programadas varias fechas en España. Actuarán el 27 de junio en el Rock Imperium Festival de Cartagena, el 29 de junio en el Barcelona Rock Fest, el 15 de julio en el Navarra Arena y el 21 de julio en el Starlite Festival de Marbella.
Una recuperación difícil
Mikkey Dee enfrentó una situación de extrema gravedad. En diciembre, sufrió un esguince en el pie que, sin saberlo, le provocó una septicemia.
En enero, el músico explicó cómo se agravó su estado de salud. “El tobillo se hinchó muchísimo, luego adquirió una forma y un aspecto extraños y parecía un jamón demasiado cocido”, relató.
Dee fue trasladado de urgencia al hospital, donde se convirtió en prioridad uno. “Me operaron enseguida, la primera de tres. Cortaron lo que estaba muerto, infectado y muy infectado”, detalló.
Su condición fue crítica. “Otro día y estaría tocando la batería con Lemmy en el cielo”, concluyó.