ENTREVISTAS

«Así como el colegio no permite el ingreso de alcohol o drogas, otros ahora exigen que el teléfono esté apagado en la jornada escolar, porque está diseñado para generar adicción»

Carolina Pérez Stephens habló del masivo regreso a clases de los escolares y de la opción de varios colegios de prohibir el uso de celulares en las salas.

Carolina Pérez Stephen Palabra Que Es Noticia 0503
Radio Futuro

Hoy se dio inicio al nuevo año escolar 2025 en la mayoría de regiones del país. En este contexto, en Palabra Que es Noticia, Andrea Moletto y Antonio Quinteros conversaron con Carolina Pérez Stephens, educadora y Máster de educación en la Universidad de Harvard, sobre el uso de los celulares en los colegios y cómo estos “no son una herramienta educativa”.

Prohibición de celulares en salas de clases

Carolina menciona que: “Así como el colegio no permite el ingreso de alcohol o no permite el ingreso de drogas ahora no se permite el ingreso, o que el teléfono esté apagado durante toda la jornada escolar»

“No le estamos diciendo que no lo tengan, sino que lo tengan apagado en el colegio y durante la jornada escolar, de manera que el niño se pueda concentrar en la clase y después pueda jugar en el recreo”, enfatizó. En la misma línea, Carolina Pérez comentó que “no puede ser que un niño esté sentado 45 minutos en una clase para después ir a sentarse al patio y en vez de conversar, caerse o estar con los amigos, esté jugando juegos de video, en línea o en redes sociales”.

¿Cuándo es correcto el comienzo del uso de estos dispositivos?

En relación al desarrollo de las habilidades de los estudiantes, la especialista sostuvo que: “Los niños aprenden de manera concreta con las manos en la masa, nada de computadores hasta cuarto básico, porque el niño tiene que aprender con otra forma, aprender a leer con libros y aprender a comprender lo que se lee”.

“Lo que recomiendan los psiquiatras es que, en el fondo, a partir de los dieciséis años, este cerebro adolescente ya tendría la madurez para lidiar con el computador que es tener un smartphone con redes sociales y acceso a internet, entonces no es privarlos hasta los treinta, es cuidar este cerebro hasta los dieciséis”. Señaló.

Caso comparado

La educadora de párvulos también realizó una comparación con Australia donde mencionó que “hay un movimiento que se llama 36, estos son los meses que separan entre los trece años y los dieciséis años y en este tiempo pasa mucho en el cerebro, entonces gracias a ese movimiento se hizo lobby con las autoridades y lograron que sus senadores y diputados hicieran esta ley de prohibición del acceso a redes sociales a menores de dieciséis años”.

“Nosotros los ciudadanos tenemos que presionar a nuestras autoridades porque ellos no están liderando ninguna campaña, están preocupados ahora de la campaña presidencial y no se están preocupando del daño cerebral que le están causando las redes sociales y juegos de video a toda una generación de niños y adolescentes”, concluyó la especialista.


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