Bob Dylan debe ser el personaje más complejo a la hora de interpretar. El siempre inquieto cantautor nunca se ha quedado fijo en un solo estado. Se transforma una y otra vez. Y se hace imposible de entender en su totalidad. Cuando crees que lo entiendes, él ya avanzo a lo siguiente. Siempre un enigma, el desafío de llevarlo a pantalla ya lo había cumplido con cabalidad “I’m Not There”. La cinta de Todd Haynes presentaba no uno ni dos, sino siete personajes, cada uno encarnando diferentes facetas de Dylan. ¿Y qué podría aportar “A Complete Unknown” en este camino? Mucho más de lo que pensábamos.
Primero, la decisión del foco para decidir qué historia nos van a contar. Saliéndose del molde de la biopic musical, que muestra formación, auge, caída y redención del ídolo, acá nos fijamos en un período clave para Dylan y la cultura popular. “Un Completo Desconocido” nos lleva de la mano desde el instante en que el cantautor llega a Nueva York hasta que toca con guitarra eléctrica en el festival de folk de Newport en 1965, probablemente el momento más trascendental en la historia del rock y la música popular. Un hito que puedes revisar en muchos documentales y leer en libros con detalle, pero que en la pantalla grande te impacta. Y acá el gran mérito es la mano con oficio de James Mangold. Tal como en “Walk the Line”, y con el rango de “Logan” y “Ford v Ferrari”, el director mantiene el pulso para ese momento pivotal.
Y el otro factor clave, por supuesto, viene de la mano de Timothée Chalamet. El joven actor, y probablemente la nueva estrella definitiva de Hollywood, lo da todo para interpretar a un Bob Dylan entre los 19 y los 24 años de edad. Y en las dos horas y media que dura la película no escuchamos el registro del Dylan original, sino al chico que lo interpreta. Con cinco años preparándose para el rol, queda claro que decidió a habitar cada recoveco del músico. No solo interpreta a Bob Dylan, Chalamet ES Bob Dylan en pantalla. Desde el canto y la forma de tocar la guitarra hasta los tonos de voz y un sinfin de manerismos. Si a esto le sumamos interpretaciones igual de detalladas como la de Edward Norton como Pete Seeger y Monica Barbaro como Joan Baez, el panorama se va completando.
Donde las biopics nos muestran solo el lado autorizado, “A Complete Unknown” se la juega en darnos no solo las luces de Bob Dylan, sino también sus sombras. El personaje principal de esta historia no es un santo de virtud y arrastra un poco de destrucción a su paso. Así siempre ha sido con el músico que, a sus 83 años, cuenta con 39 discos de estudio y muchas etapas de las que solo sabemos a través de sus canciones y sus letras. Un enigma que cada uno de nosotros interpreta desde su propia experiencia. Esa realidad que no está escrita en piedra, sino que va moldeando dependiendo de quien la reciba. Incluído su propio autor, ese que nos enseñó que es posible mantener el interés por décadas y para siempre. Con las luces y sombras de un enigma cautivante.
“A Complete Unknown” se estrena en cines de Chile el próximo jueves 20 de febrero.