En una nueva edición de Palabras Sacan Palabras, Álvaro Paci conversó con Pablo Berthelon, director de «Un Nuevo Estilo de Baile», y Lucas Sáez, actor del elenco, sobre la película que rescata la historia de Emociones Clandestinas y su impacto en la música chilena.
Pablo Berthelon recuerda que la película surge de su infancia en los años 80, cuando descubrió a Emociones Clandestinas. » «Emociones Clandestinas siempre fue un grupo que me llamó la atención. Ya en los 2000 tuve la oportunidad de contratarlos para una fonda que organizamos para recaudar fondos para un cortometraje. Ahí los conocí y surgió la idea de un documental, que se concretó en 2012 con ‘Mi nuevo estilo de baile'».
Lucas Sáez y su interpretación de Yogi
Para Lucas Sáez, conocer la música de los 80 fue un viaje. «A medida que estudiaba para el casting, escuchaba el disco sin parar. Al principio es difícil de digerir, pero ahí está su magia». Su papel es clave: «Yogi era el líder de la banda, un adelantado a su época. La película no es una biopic literal, también jugamos con la ficción».
El legado de Emociones Clandestinas y la historia de los que no llegaron
Pablo resalta que la banda siempre fue atípica: «Mientras Los Prisioneros tenían una postura clara, Emociones Clandestinas sorprendía con una puesta en escena teatral. Muchos dudaban de que fueran chilenos».
«Estamos contando la historia de los que no llegaron, los que no triunfaron, pero al mismo tiempo fueron pioneros». La película retrata el impacto de Emociones Clandestinas, piedra angular de un movimiento que en los 90 vio surgir a bandas como Santos Dumont y Machuca. También muestra cómo se vivía en la Concepción industrial de los 80, lejos de la mirada centralista de Santiago.
El desafío de la postproducción
La película se está montando en Argentina y busca financiamiento para su postproducción. «Es una coproducción chileno-argentina y estamos en campaña para reunir fondos, especialmente para música y derechos. La campaña está disponible en Portal Disk y en Instagram, en @minuevoestilodebaile».