ENTREVISTAS

«Ella guardó ese secreto con su familia durante años, ayudándome sin haberme conocido»: Fernando Ubiergo recordó conmovedora anécdota sobre «Un Café para Platón»

El cantautor chileno revela anécdotas de su carrera, la creación de "Platón" y su vínculo con John Lennon.

Fernando Ubiergo Psp Web

En una nueva edición de Palabras Sacan Palabras, Álvaro Paci conversó con Fernando Ubiergo, cantautor y músico chileno, sobre su trayectoria, anécdotas detrás de sus canciones más icónicas y los momentos que han marcado su carrera artística.

«Pasajero de la Luz» y la conexión con Lennon

Ubiergo habló sobre la creación de «Pasajero de la Luz», canción que fusiona dos perspectivas en un solo relato. A propósito de esto, recordó su impacto cuando supo del asesinato de John Lennon en 1980: «Fue una tristeza enorme, la incredulidad fue la primera sensación. Lennon representaba la paz, la música, la vida lejos de la guerra. Su muerte fue un absurdo precoz de la vida.»

Sobre la grabación, reveló una técnica particular para lograr un sonido nostálgico: «Me tapé un lado de la nariz y grabé el coro en tres posiciones distintas. Quería esa vibra de los años 20, y aunque el ingeniero no estaba convencido, al final quedó tal cual.»

El músico nacional también compartió los desafíos de su primer disco. «Fue muy difícil. Estaba en sesiones interminables, y sentía que no podía regresar. La compañía buscaba masividad, algo como lo que hacía Perales, pero yo no me sentía en ese camino». Sin embargo, Ubiergo destacó que estas experiencias moldearon su estilo: «Escribo sobre temas profundamente humanos: la vejez, el autismo, el aborto. Creo que eso me diferencia.»

La historia detrás de «Un Café para Platón»

Fernando Ubiergo compartió una inédita anécdota sobre una de sus canciones más icónicas: «Un Café para Platón». Así, reveló que en los días posteriores al lanzamiento del tema, vivió momentos de incertidumbre y temor debido a investigaciones en su contra realizadas por la DINA:

«Era intranquilizador. Estaban tratando de averiguar de dónde había salido este Fernando Ubiergo. A los pocos días supe que me estaban investigando porque me lo dijeron directamente. Tenía mucho susto, no solo por mí, sino por mi entorno», contó.

El cantautor recordó a Beatriz Villalón Cáceres, que en ese entonces era la jefa de dactiloscopía del Registro Civil de Santiago: «Esta historia la se por su familia. Un día me abordaron para contármela. Esta señora, cuando los servicios de seguridad llamaron para pedir mi ficha, sin conocerme, la escondió».

«Yo nunca tuve militancia de ningún tipo y venía de una familia de inmigrantes españoles donde no se discutía ni de religión ni de política. Pero había estudiado en el Darío Salas y en ese entonces lo más fácil era sospechar. Me enteré y fue muy conmovedor que ella guardó ese secreto con su familia durante tantos años, ayudándome sin haberme ni siquiera conocido. Ella ha fallecido hace muchos años. Le rindo homenaje de por vida y con esta canción se inició una historia larga», sinceró.

«Cada uno tiene su Platón»

A raíz de esta historia, Ubiergo señala que aprendió a tener una cierta reserva sobre revelar, por ejemplo, la identidad verdadera del «Platón» de su canción. «Existe un Platón con nombre y apellido. Pero entendí que si iba por la vida diciendo a cada rato quién era, estaba rompiendo la imagen de cualquiera que tuviera su Platón», agregó.

Fernando Ubiergo contó que «un día en Chillán, a poco de ganar en el Festival de Viña. se me acercó un señor que debía tener unos 45 años y no calzaba con el perfil de las personas que estaban ahí para autógrafos. Él se acerca y me pregunta si me puede dar un abrazo y luego me dice: ‘Fernando, gracias a Platón mi hijo está en Suecia’. Fue lo único que me dijo y nunca lo olvidé. Entendí claramente para el resto de mi vida que cada uno tenía su Platón».

«El arte consiste precisamente en eso. En dejar ese espacio y la libertad para que el que está del otro lado pueda construir su propio imaginario», concluyó.


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