ENTREVISTAS

«El Estado debió garantizar la seguridad de Ronald Ojeda y su muerte nos pone como país en observación mundial de si podemos proteger refugiados políticos»

Experto en crimen organizado analiza el caso del teniente Ronald Ojeda y su presunta relación con el régimen de Nicolás Maduro.

Pablo Zeballos Tren De Aragua Ronald Ojeda Crimen Organizado PQN
Radio Futuro

En Palabra Que es Noticia, Antonio Quinteros conversó con Pablo Zeballos, autor de «Un virus entre sombras» y experto en crimen organizado.

Esto a raíz de que la investigación sobre el asesinato del teniente (r) venezolano Ronald Ojeda, tomara un nuevo curso luego de que un testigo clave en la investigación señalara que el homicidio se habría hecho por encargo de Diosdado Cabello, el ministro del Interior del régimen de Nicolás Maduro. 

Homicidio al teninente (r) Ronald Ojeda

El fiscal regional de la Fiscalía Metropolitana Sur y coordinador del Equipo de Crimen Organizado y Homicidios (ECOH), Héctor Barros, señaló que existen fuertes indicios de una conexión entre el homicidio y el régimen venezolano. Este hecho abre un debate sobre el rol del Estado chileno en garantizar la seguridad de quienes reciben esta protección especial, un derecho reconocido internacionalmente.

Según Zeballos, “lo terrible de esto es que Ronald estaba en una condición muy especial. Una condición que el Estado debía haber garantizado su seguridad, que es la comisión de refugiados políticos. Eso nos pone a nosotros como país en duda respecto a una posición de si podemos garantizar esta condición, que se considera internacionalmente respetable”, explicó. 

El asesinato de Ojeda también pone en evidencia la narrativa hostil que el régimen venezolano ha impulsado contra la lucha contra el crimen organizado, alimentando tensiones en el marco de una investigación que, por su naturaleza, tiene implicaciones internacionales.

El fenómeno del crimen organizado

Zeballos también subrayó que este fenómeno no es exclusivo de Chile, sino parte de una transformación global que afecta con más fuerza a países con poca experiencia en enfrentar este tipo de estructuras. “Lo terrible es que estas dinámicas han encontrado terreno fértil en lugares como Costa Rica, que no tienen un ejército”, señaló.

“En Chile confluyen dos fenómenos que, eventualmente, van a chocar. Por un lado, la transformación de nuestra delincuencia común, con cárceles que se han convertido en espacios cómodos para desarrollar economías ilícitas; y, por otro, la llegada de estructuras criminales extranjeras, que traen dinámicas distintas, como el uso simbólico de armas en homicidios para demostrar control territorial”, explicó Zeballos. 

Para enfrentar el problema, el especialista propone priorizar la prevención a través de la educación. “El crimen organizado recluta a niños y adolescentes que se ven atrapados en un sistema donde los incentivos del delito superan a los del Estado. Sin un esfuerzo estructural para evitar este reclutamiento, será imposible desmantelar estas redes”, señaló.


Contenido patrocinado

Compartir