A Sid Vicious, el infame bajista de los Sex Pistols, lo encontraron muerto el 2 de febrero de 1979. Tenía solo 21 años. A pesar de tener dudosas habilidades musicales; Vicious (nacido como John Simon Ritchie) se unió a los Sex Pistols a fines de 1977 después de que el bajista original Glen Matlock fuera expulsado del grupo; y se convirtiera en la caricatura de pelo puntiagudo del punk rock para los medios.
En octubre de 1978, a Sid Vicious se le acusó del asesinato de su novia, Nancy Spungen. Se le arrestó en espera de juicio; con una fianza fijada en 50 mil dólares. El dinero lo aportó en parte por Richard Branson, el jefe del sello discográfico de la banda; y en parte por Mick Jagger, quien, según se reveló recientemente; hizo su contribución de forma anónima.
Hubo especulaciones en ese momento de que el asesinato de Spungen era en realidad parte de un pacto fallido de doble suicidio que la pareja había hecho.
En medio de cargos de asesinato, adicción a las drogas y un bombardeo constante de los medios; Sid no estuvo mucho tiempo en este mundo. Después de su liberación, sus problemas continuaron. Lo arrestaron nuevamente en diciembre y acusado de agresión. Volvió a pagar la fianza y se encontró con su madre, Anne Beverley; una compañera drogadicta que vivía en Nueva York en ese momento.
A pesar de haber estado limpio durante tres meses; el atractivo de la heroína era demasiado fuerte; y Vicious le pidió a su madre que le anotara. Vicious había tomado una sobredosis antes; pero esta sería la última vez. Su cuerpo fue encontrado por su madre y una novia a la mañana siguiente. La madre de Sid se suicidó en 1996.
«No siento nada más que dolor, pena y tristeza por Sid. Era alguien a quien realmente quería»; dijo Lydon en el documental «The Filth and the Fury». «Perdí a mi amigo. No podría haberlo cambiado. Era demasiado joven. Puedes mirar hacia atrás y decir: ‘Podría haber hecho algo'». Vicious… pobre diablo».