ENTREVISTAS

Mirko Macari: «Hay una sensación en el ciudadano promedio de agotamiento respecto de los poderosos»

Del libro "Señor Director" que explora décadas de prensa e historia chilena, conversamos en #FuturoPSP con su autor, Mirko Macari.

Mirko Macari PSP
Radio Futuro

“Señor Director: Memorias desde el antiperiodismo” es el título del libro que retrata veinte años de trayectoria en la prensa y hechos de la historia chilena desde el tras bambalinas. Todo desde la perspectiva de su autor, el periodista Mirko Macari, con quien conversaremos en un nuevo Palabras Sacan Palabras.

¿Por qué quisiste escribir esto?

Es un cierre de ciclo como periodista enfocado en la política y la prensa escrita. La energía y el trabajo fue ahí y me concentré en hacer una memoria de esos 20 años, con una cámara subjetiva, que es la manera de honrar y agradecer que pude hacer mucha de las cosas que quise hacer y que lo pasé muy bien.

¿Por qué cerrar un ciclo?

Mi vida laboral no se ha acabado, pero me interesaba entrar a otros asuntos. Lo cuento en el libro, pero creo que el poder ha salido de donde estaba, en las estructuras institucionales o el juego político, por lo que yo también debería salir de ahí. Estamos viviendo un mundo que es un cambio de era radical y las personas están cambiando mucho más rápidamente que lo que lo hace el sistema político. Lo que está en crisis no es la sociedad sino un sistema político que está pensado para el siglo XX.

¿A dónde se fue esa energía?

Creo que sería pretencioso dar una respuesta definitiva, pero diría que ahora es un poder instalado en las personas, en la búsqueda de poder personal. Se puede graficar en el aumento de las demandas por mejorar la calidad de vida, por ejemplo, de la autoayuda y de la movilización de la energía. Por ejemplo, una astrologa como Miaustral en Instagram tiene muchísimos más seguidores que el Partido Socialista. Hay una sensación en el ciudadano promedio de agotamiento respecto de los poderosos y los periodistas estamos obligados a hablar de cosas inútiles, o así me sentía. Los medios tenemos que tener todas las semanas una crisis distinta y a comentar el tuit que alguien emitió o lo tonta que fue la opinión de Fulanito. Me aburrió esto, habiendo cosas mucho más interesantes a las que prestarle mi atención.

¿Cómo ves al presidente Gabriel Boric?

Esto lo he leído de la gente que sabe, estamos en la crisis de las democracias representativas. Los estudiantes tuvieron la oportunidad de conectar con la energía que estaba fuera del sistema, pero la única respuesta que tuvieron fue ingresar al sistema. Esto se ve muy reflejado en personajes como Camila Vallejo o Karol Cariola, que militan en el Partido Comunista y que creen que las soluciones de la gente se pueden conducir por la política. Alguien que quiere cambiar el mundo y que está interesado en hacer algo ya no milita en un partido político. Habíamos asumido como natural la lógica del cuoteo, de que todo se haga en la lógica de cuánto le corresponde a cada uno. Es muy contradictorio que los estudiantes no se den cuenta de que la sociedad cambió en la medida de que partieron construyendo desde afuera.

¿Por qué decidiste dar ese paso hacia ser un “coach ontológico”?

Siempre busqué espacios que podían ser denominados más alternativos, con mayor libertad. Siempre me interesó el poder y hablar de los verdaderamente poderosos. Si me vas a decir que la prensa tiene poder porque puede investigar el microtráfico de drogas, pero por otra parte no pueden hacer nada frente a los movimientos de los bancos, entonces no hay un poder real. Agustín Edwards es clave en el derrocamiento de Allende y provee de contenido a la dictadura militar, que fue exitosa porque respaldó un proyecto político con el sistema neoliberal. Los Chicago Boy desde los 60’ estaban girando en torno a Agustín Edwards y es en El Mercurio donde se empieza a amasar el martillo con el que después se le da contenido al proyecto económico de la dictadura. Allende y Pinochet son los personajes de la novela histórica, pero hay que mostrar el poder real, quienes estaban detrás.

De todas las etapas que recuerdas, ¿con cuál te quedas?

Ninguna es posible sin la anterior. Todas me fueron engranando para la siguiente. Pero el grande fue la etapa de La Nación Domingo, que me preparó para tener el proyecto de diario con El Mostrador.

¿Cómo te convences para El Mostrador?

No me tienen que convencer. El diario quería recuperar un poco de su nervio. Jorge Molina, que cubría el caso de Pinochet y eventualmente me llaman para darle una suerte de punch. Ahí se alinean los astros hasta cierto punto, porque era un diario crítico con el poder mientras gobernaba Piñera. Se dieron un conjunto de condiciones estructurales. Con Piñera íbamos a tener mucho más espacio editorial que con la concertación porque el margen de libertad de Piñera por los dueños de los medios que iban a apretar. Recordemos que El Mercurio removió a Hermógenes Pérez de Arce de las columnas, un antipiñerista, como un gesto hacia el Presidente Piñera. Nosotros aprovechamos esto para hacer que El Mostrador fuese lo primero que se leyera en las mañanas en La Moneda.

Sobre La Nación Domingo, ¿Qué pasó ahí?

Si hoy alguien publicara lo de Nicolás Ibañez, donde nosotros teníamos una pauta para tocar a los realmente poderosos y él era el dueño del Líder dando entrevistas por su peculiar modelo de negocios con un comportamiento moral específico a los trabajadores del Líder. Había toda una ética y estética conservadora que Ibañez mostraba como parte de su discurso público. Nosotros descubrimos bajo un expediente judicial que su señora lo estaba denunciando por maltrato físico y psicológico. Fuimos los primeros en dar con ese dato. El reportaje daba cuenta de esto y lo que ocurrió es que, el domingo que estaba el diario impreso con esa nota de portada, Ibañez mandó a todos los camiones de Líder a comprar los diarios en los centros de distribución para agotarlo y que no llegara a la opinión pública. Ningún otro medio dio cuenta de esto, ya sea porque consideraban que no era un tema relevante o por el gran avisador que era Ibañez con Líder.

¿Cómo ve a los medios hoy?

Como todas las instituciones está bastante derrumbado, en el suelo. Cualquier persona puede ser un medio de comunicación y los medios están rendidos a la lógica del tuit fácil y de la nota rápida. Hay un problema de lucas importante y el periodismo de calidad se está reduciendo a la vez que las posibilidades de libertad de expresión son mucho más amplias que hace unos 20 años. El sistema político es el que ha sido incapaz de dar respuestas a tiempo en temas como salud o transporte. Los problemas que vivimos hoy son sumas desde hace tiempo. Hay una serie de problemas sociales que el sistema de liderazgos está incapacitado de solucionar porque las clases políticas estaban en un conflicto de empate a cero.


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