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ENTREVISTA // Anton Newcombe, The Brian Jonestown Massacre: “No hay ningún computador ni ninguna IA que pueda hacer lo que hago”

Hablamos con el líder de la banda estadounidense sobre el concierto que darán el próximo 16 de abril en Santiago.

Anton Newcombe
Getty Images

Ya entramos en cuenta regresiva para el concierto de The Brian Jonestown Massacre en Santiago, por primera vez con un show propio después que en 2016 debutaron por acá como parte del festival Primavera Fauna. Esta vez traen su último disco “The future is your past” (2023) y las ganas de mostrar por qué son uno de los actos más respetados del mundo del rock independiente y la neopsicodelia. Van a estar el 16 de abril en Basel Venue del Mall Plaza Independencia, con entradas por Ticketmaster.

Por eso nos contactamos con su líder, vocalista y guitarrista Anton Newcombe, todo un personaje que mientras daba vueltas yendo a comprar cigarros nos atendió con estas palabras: “Estoy agradecido. Muy agradecido y es un honor. No pensé que volvería tan pronto. Y estoy feliz de que no sea tocando en un gran festival, porque creo que ahí las cosas se ponen demasiado locas. Prefiero tocar en un club, los clubes nocturnos. Los festivales son demasiado. Mucho trabajo para un concierto muy corto”.  

-Esta vez traen un nuevo álbum, que en tus propias palabras, son canciones para tiempos de crisis. Los últimos años han sido difíciles para todos, ¿crees que estas canciones te han ayudado a levantarte y luchar de nuevo contra todo? 

-Bueno, hay que mantener una actitud positiva.  Mi hijo tenía siete años cuando todo empezó, así que con la familia y todo eso, nadie sabía lo que estaba pasando y lo que iba a pasar. Todo el mundo estaba preocupado. Y estaban preocupados por el dinero. Todo el mundo se volvió loco y fue algo bueno para mí poder centrarme en la música, ser positivo y seguir adelante.  Mucha gente en otras bandas estaban todos como “oh, no puedo ir de gira, no tengo dinero”, ya sabes, pero yo estaba tratando de recordarme a mí mismo para ser positivo.

-¿Y crees que lo mismo le puede pasar a la gente que escucha el álbum?  

-De hecho pasó, porque cuando estaba componiendo estas canciones, las subía a YouTube todos los días, haciendo pequeños videos con mis amigos. Y fue algo positivo porque hacíamos una canción al día. Creo que un montón de gente me lo agradeció, porque fue poder sentarnos alrededor de algo. Eso es lo que me gusta de lo que hago en las artes. Ser creativo, no importa si estoy triste o feliz, los demás sacan algo de ello. Es útil. Es como una máquina mágica. Puedes estar enojado o triste, pueden ser tus sueños, lo que sea. Pero la gente saca algo completamente diferente. Le encuentran su propio significado. Y creo que eso es bueno. Más que… por ejemplo, no estoy seguro si es lo mismo, pero la gente que hace música electrónica sólo para ir a bailar… sólo salen y se divierten, no se fijan en algo más. Pero esto es algo diferente, es escribir canciones. Personalmente no escribo para la gente que trabaja en las estaciones de radio… no me refiero a ti precisamente, pero ya sabes, esa clase de tipos que solían decir “¡necesitamos un hit!” (risas). Yo sólo escribo, mantengo la mente abierta y hago algo que creo que me gusta. Cuando voy a mi estudio no tengo ninguna idea. No tengo ideas. No del tipo “oh, me encanta este disco de los Beatles. Creo que me convertiré en los Beatles”. No es así. Pero voy con ganas de descubrir qué va a salir. Como mirar a una gran montaña y decir, ¿cómo diablos voy a escalar esta cosa? Y luego simplemente hacerlo. Tienes que saltar al fuego un poco. Creo que eso es lo que mantiene tu música relevante y la mantiene real. Estoy interesado en iniciar ese proceso de nuevo, pero sin meterme demasiado porque ahora tenemos que ir a Sudamérica. Me pasa que me vuelvo loco, porque normalmente escribo como cuarenta, cincuenta, setenta canciones seguidas. Y luego vuelvo a mi vida.

-Hablamos de montañas, de saltar al fuego, de metáforas… hay un verso en una de las nuevas canciones que dice, “Lucha contra la bestia hasta que muera / Levanta tu espada hacia el cielo”. ¿Crees que de alguna manera es una metáfora de tu propia vida?

-Sí, pero muchas veces me estoy cantando a mí mismo las cosas que quiero querer escuchar. Siempre ha sido así, trato de hacer música que quiero escuchar y entonces encuentras tu público o gente a la que también le gusta. Me di cuenta, cuando era un niño, que la gente como los Beatles estaban haciendo lo mismo. Cantan sobre sus novias y sus romances, su vida y lo que quieren. Pero entonces lo cambiamos. “Quiero tomar tu mano” (I want to hold your hand). “Ella te ama” (She loves you).  Lo cambiaban para que el oyente también tenga algo. Y creo que es una buena técnica, porque nadie realmente se preocupa por ti y tu novia. ¿Me entiendes? Es como en el hip hop y esas cosas, se trata de presumir de tu estilo de vida, de tus coches, de tus mujeres, de todo. Pero en el mundo real, creo que hay cosas que deben durar mucho más. Me interesa tratar de hacer cosas permanentes. 

-Este es tu álbum número 21.  Son muchos. ¿Alguna vez imaginaste al principio que ibas a hacer más de 20 álbumes en tu carrera?

-Realmente no lo veo como una carrera, en cierto modo, pero no pensaba en ello cuando era muy joven. No podía imaginarme viviendo hasta los 18 años. No podía imaginarme creciendo.

Así que no sé, creo que las cosas simplemente cambian.  Es sólo algo que me gusta hacer.  Ya sabes, me gusta tocar música.  La carrera es una cosa curiosa en el contexto de si eres tu propio jefe, un auto-empleado en las artes. Es duro. Toda la industria, todo el mundo de la música cambia.  Pero yo sabía que mi plan era no fracasar. No rendirme. 

-Los cambios en la industria de la música, ¿en tu opinión van en una buena dirección o en una equivocada?

-Creo que es muy extraño, hay ciertas cosas para los fotógrafos y para los escritores donde ya no hay valor. Presentadores de radio que pueden convertir todo en automático. Hay radios en Estados Unidos donde no hay nadie. No hay nadie allí, nadie que trabaje en esas estaciones. Es sólo un transmisor que repite cosas.  En caso de que haya un tornado o algún fenómeno meteorológico tienen que tener ese transmisor para esa área local.  Pero no hay nadie que trabaje allí.  No es como en los viejos tiempos. Y entonces, ya sabes, todo es contenido. Podría ser todo sólo gente haciendo podcasts desde su casa.  Todo es muy extraño.  La industria ha devaluado tantas cosas.  Todo es una locura. Y ahora están hablando de IA, creando canciones para todo y fotos para todo y escribir tus papeles, ya sabes, y como hacer tu presentación de negocios. IA para todo. Los computadores lo están haciendo.  Pero yo no sé.  Voy a seguir trabajando en la música porque sé que no hay ningún computador ni IA que pueda hacer lo que hago. Así que creo que estoy bien.  

-Una de las cosas que no se puede reemplazar es la sensación de ver un show en vivo. ¿Cuál es para ti la mejor y la peor parte de salir de gira?  

-Bueno, nuestras culturas son algo que tenemos que crear. Las grandes corporaciones no van a crear cultura todo el tiempo… para la gente, ya sabes. Tienes que crear un poco de ese tipo de vida que necesitas. Todo el mundo tiene que hacerlo.  Así que mi parte favorita es reunir a todo el mundo. Hay en algunos lugares es una locura, acabamos de tocar en Islandia y fue como reunir a todas las personas que no se habían visto en un gran edificio. Y entonces todo el mundo estaba hablando tanto. Es un poco difícil porque en realidad están hablando más fuerte que la banda, todo el mundo se está poniendo al día, pero es bueno. Es bueno ver a todos juntos para un evento.  Esa es mi parte favorita. Creo que las cosas más difíciles son en conciertos como este, creo que cuando estamos en América del Sur esta vez, o Australia, tenemos que volar todos los días. Así que es muy duro. Incluso si la gente es como “hey, Anton, mi amigo tiene un restaurante. Vamos a ir allí. Vamos a tomar unas copas. Quiero que comas algo realmente bueno después del concierto. Ven, sé mi invitado.  Lo tenemos todo preparado para ti”.  Es un chef o algo así.  Son como las 5 a.m. Tenemos que estar en el aeropuerto de nuevo. Ni siquiera puedo ver bien.  Así que eso es difícil.  Sólo estar en un autobús, tener como 16 personas en un autobús, alguien se enferma, todo el mundo se enferma y es como estar en un submarino o algo así, es una locura. Pero es bueno.  Es bueno. Tenemos suerte.  Tocamos en grandes lugares para gente feliz.  No hay muchas bandas que puedan hacer eso.  Me siento afortunado y quiero ir allí y patear traseros.  Quiero hacer un buen show.  

-Bueno, Anton, mi tiempo está llegando a su fin.  Así que muchas gracias por atendernos.  ¿Palabras finales para tus fans que te esperan aquí? 

-Sí. Muchas gracias. Estoy emocionado.  Vamos a ir y tocar muy bien y estoy emocionado por todo el concierto. Tenemos una gran banda, así que va a ser bueno.  Estoy seguro.

Entradas al concierto: por Ticketmaster.cl.


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