Durante los últimos días, a través de redes sociales se viralizó la discusión sobre dos tesis realizadas por licenciados de la Universidad de Chile. En estas se promueve una apología a la pedofilia.
Las tesis aludidas son «Pedófilos e infantes: pliegues y repliegues del deseo», presentada en 2016 por un estudiante para optar por el grado de Magíster en Estudios de Género y Cultura en América Latina. Y una segunda tesis realizada en 2020 para el grado de Licenciado en Educación Media, «El deseo negado del pedagogo: ser pedófilo». Esta última dedicada a «los pedófilos de deseo culposo, para que exorcicen su malestar y su temores por amar a quienes aman».
Al respecto, la polémica se ha intensificado por redes sociales provocando la indignación pública y un amplio rechazo al discurso defendido de la tesis presentadas.
La respuesta de la Universidad de Chile
Luego de que la discusión se acrecentara durante el fin de semana, la casa de estudios se vio forzada a pronunciarse. En una carta pública escrita por el Decanato de la Facultad de Filosofía y Humanidades, junto con lamentar la situación, sostuvieron que ambas tesis son investigaciones académicas de «corte puramente teórico».
En ese sentido, afirmaron dichas tesis son trabajos que «no reportan intervención sobre poblaciones humanas» y que, pese a su contenido, «cumplieron con los requisitos del proceso de evaluación académica».
Por último, indicaron que realizarán una investigación para evaluar las responsabilidades que pudieran llegar a establecerse.
Posturas y opiniones sobre la discusión
No solo la Universidad de Chile ha entregado una declaración pública sobre el asunto, sino también otras autoridades han declarado su opinión. Entre estas, la Defensoría de la Niñez y un grupo de 26 profesores del Departamento de Estudios Pedagógicos de la misma universidad manifestaron su rechazo. Estos últimos, rechazan la «instrumentalización del pensamiento y el espacio académico».
Desde el gobierno, Yolanda Pizarro, subsecretaria de la Niñez, en conversación con Emol, comentó que les «deja una tremenda preocupación y ocupación para conversarlo con la rectora de la universidad».
Si bien la desaprobación a la pedofilia ha sido un acuerdo claro entre las opiniones que se han entregado, la discusión ha puesto en cuestión los procesos de admisión y acompañamiento de tesis en las espacios académicos de la educación superior. En esa misma línea, la declaración de que son solo investigaciones teóricas, relativizan y degradan el quehacer académico.