El músico de System of a Down desde su juventud ha sido fanático del disco «Raining Blood». La historia completa… en Futuro.cl.
System of a Down es una de las bandas más versátiles dentro del rock y el metal. Su combinación de sonidos, manteniendo una columna vertebral de rock pesado, los convirtió en una agrupación de interés para todo el mundo. Incluso para Chile, situación que se observó en el Santiago Gets Louder del año 2015 donde fueron cabeza de cartel y congregó a más de 40.000 personas.
Como el de nuestro país, estos shows masivos que ha realizado SOAD contienen muchísimas anécdotas, y esta en particular, vincula a un integrante de la banda y su fanatismo por Slayer.
Shavo Odadjian, el bajista de los gestores de «Toxicity», tiene una obsesión por el «Raining Blood» disco de 1986. Y cada vez que compartía giras con Slayer, había un momento donde tenía que ir por obligación a ver el concierto. Era cuando «Raining Blood» y «Angel of Death» sonaba…
El músico lo contó en una entrevista al sitio Metal Hammer: «Tenía el casete y lo mejor era que cabía todo en un sitio, así que, cuando acababa de escucharlo, podía volver a hacerlo de nuevo. Podía ponérmelo una y otra vez».
Sobre este resultado en las giras de System of a Down con Slayer: «Cuando salíamos de gira con Slayer, siempre tenía que escuchar e ir al público cuando tocaban ‘Raining Blood’ y ‘Angel of Death’. No importaba lo que estuviera haciendo, hasta interrumpía las entrevistas. Me iba al escenario, escuchaba los temas y volvía corriendo a backstage a terminar de hablar».
Relación entre el público de Slayer y System of a Down:
Shavo además contó en una entrevista anterior al podcast YNH lo complicado que fue: «Si abres para ellos, a los fans no les vas a gustar, da igual quién narices seas, porque no eres Slayer. Sus fans son muy hardcore. Es como, ‘No me importa una mierda quiénes sean estos. ¿System of a qué? ¿Por qué llevan maquillaje?'».
En el escenario, Chavo afirmó: «Estábamos tocando temas como ‘Sugar’ con el eyeliner y el maquillaje puesto y la gente ya estaba lista para ‘Raining Blood’. Por eso la gente se ponía a gritar, ‘¡Qué le den a estos tipos!’ y nos abucheaban».
Pero no generó trauma e incluso, lo ve de un lado positivo: «Creo que esa experiencia nos ayudó a crecer, nos hizo quienes somos, lo juro, porque, si no hubiera sucedido, probablemente no tendríamos las pelotas de salir al escenario tal y como lo hacemos. Nunca nos fuimos, nos abucheaban pero nunca nos retiramos. Fue algo que nos inspiró».
Cerró diciendo: «En Slayer valoraron el hecho de que no nos importase nada y de que hiciéramos cosas raras con el metal y el funk y el resto de géneros que compaginábamos, desde el vals hasta la polca. ¡Es porque nos gusta la música!».