ENTREVISTAS

Las videollamadas y el teletrabajo perjudican al medioambiente, dice doctora de Cambridge

Nicola Borregaard, doctora en Economía de Recursos Naturales, explica que “los data centers son muy intensivos en términos de uso de energía (…), debemos conectarlos con energías renovables”.

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Hoy en Palabras Sacan Palabras conversamos con Nicola Borregaard, doctora en Economía de Recursos Naturales por la Universidad de Cambridge y exmiembro del Consejo Consultivo del Ministerio del Medio Ambiente de Chile, sobre el Congreso Futuro 2021, que partió hoy y dura hasta este jueves. Ella expuso en el panel “Indicadores en jaque”, que aborda los nuevos criterios a considerar para garantizar el avance de una nación: el cuidado del medio ambiente y la felicidad de sus habitantes.

Asegura que “el espacio que tenemos en el planeta se está achicando, y salen problemas por todos lados. Debemos tener mucho más cuidado con todo lo que estamos haciendo, entonces para dar un ejemplo con la crisis sanitaria: tenemos que hacer una reactivación sustentable, y esto se ha calculado en las Naciones Unidas”.

“Ha habido una baja, porque usamos menos transporte y nos movemos menos, quizá uno podría decir que es un efecto positivo, pero es un impacto muy menor: 2 a 3%. Los programas de reactivación, en cambio, si se hacen bien, ahí puede haber un impacto duradero: 15% de reducción de emisiones, fácilmente”, precisa Borregaard.

Hay una pregunta que ha estado circulando y la doctora en Economía de Recursos Naturales aclara: ¿Las videollamadas y el teletrabajo perjudican al medioambiente? “Sí”, responde. “Claramente los datacenter son muy intensivos en términos de uso de energía, y lo tenemos que enfrentar a nivel global. Desde ya, debemos poner todos los centros de comunicaciones conectados con energías renovables -es un ‘desde’-, pero el usuario final también puede hacer lo suyo: no usar la energía de standby, usar pantallas en negro más que en blanco, usar el modo de ahorro de energía, etc”.

Respecto de la sequía en Chile, Nicole Borregaard es crítica: “Se han sobre otorgado los derechos de uso de agua en todo el país, en casi todas las cuencas importantes, entonces tenemos que empezar a gestionar el recorte de estos derechos de uso y mirar qué es lo que implica -por ejemplo- el derretimiento de los glaciares que ya llevan más del 60% algunos en retroceso en las últimas décadas. Eso implica una disminución de los caudales”.


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