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Algo que sí es posible: El auge del conservadurismo en las estrellas de rock

Luego de que el líder de Sex Pistols, Johnny Lydon, apoyara a Donald Trump, se ha puesto en entredicho la llegada de muchos artistas al conservadurismo, pero que años atrás tenían una visión izquierdista de las cosas.

Luego de que el líder de Sex Pistols, Johnny Lydon, apoyara a Donald Trump, se ha puesto en entredicho la llegada de muchos artistas al conservadurismo, pero que años atrás tenían una visión izquierdista de las cosas.

“Sería tonto de remate si no votase a Trump. Es la única opción sensata, más aún desde que Biden está subiendo en las encuestas”, fue lo que dijo Johnny Lydon a The Guardian, y que terminó dando un puntapié a las visiones políticas de varios artistas que hoy han dejado sus posturas vinculadas a la izquierda, vistas cuando eran jóvenes, y se han trasladado a otra posición: el conservadurismo.

En esa línea, Maureen Tucker, la baterista de The Velvet Underground y miembro del Tea Party desde 2009, comentó en 2011 su participación en manifestaciones en contra de Barack Obama, señalando: “He votado a los demócratas toda mi vida, hasta que escuché lo que Obama prometía. Entonces comencé a preguntarme cómo diablos se pagará esa utópica tierra de ensueño”.

Otro que no pudo quedarse atrás fue Morrissey, exlíder de The Smiths, quien el último tiempo se ha declarado a favor del Brexit y se ha catalogado como un completo xenófobo. En una entrevista para el portal Der Spiegel, el cantante británico afirmó que: “Quiero que Alemania sea alemana. Quiero que Francia sea francesa. Si intentas que todo sea multicultural, al final no tendrás ninguna cultura”, razonamiento que culminó con un “estoy triste porque Berlín se ha vuelto una capital de la violación… Por las fronteras abiertas”.

Estas declaraciones y posturas no son algo nuevo ni exclusivo de músicos ingleses o estadounidenses, porque Bruno Lomas, ídolo de la juventud española de los 60, participó en 1977 en un festival a beneficio de la organización de la fuerza.

Algo que no queda ahí, porque Andrés Calamaro apoyó al Vox, desde su perfil en facebook escribió: “prefiero el vértigo de los patriotas y reaccionarios, a su manera me representan más que los moderados”.

En tanto, el integrante de las Nancys Rubias Mario Vaquerizo, reconoció su admiración hacia Esperanza Aguirre tras declarar en su reality “Alaska y Mario”, de MTV, “Es la mejor y lo diré hasta que me muera”, y añadió “Es la mejor y lo diré hasta que me muera”.

Cabe recordar también a Jose Luis Campuzano, líder de una de las formaciones de Barón Rojo, quien comentó hace unos meses: “Ahora soy el facha número uno del rock español”, luego de declarar en contra de las gestiones frente a la pandemia del Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos.

Sin embargo, hay excepciones a estas declaraciones como las realizadas por el músico español Enrique Villareal (“El Drogas”), quien dijo a El Mundo:  “Mi España es la de los sanitarios y no la que se envuelve en la bandera de los cojones”.

Todas estas posturas parecen producirse con el aumento de la edad, y eso no está exento de los músicos. De hecho, la psicóloga Violeta Alcocer explica que “Entre los cuarenta y los cincuenta años de edad el cerebro comienza a envejecer”. Este envejecimiento cerebral provoca varias cosas y entre ellas la plasticidad de las neuronas, algo que hace que “nos cueste más trabajo incorporar nueva información y las prioridades cambien. Necesitamos más orden, seguridad, rutinas, previsibilidad y concreción a muchos niveles. Nuestros esquemas mentales se vuelven más rígidos y nos sentimos más cómodos, por lo general, con estilos de vida que antes considerábamos conservadores o normativos”. Así, Alcocer concluyó que “arriesgamos menos y no nos gusta ver arriesgar a los demás”.


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