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Las personas que van al trabajo en bici o andando tienen menor riesgo de muerte prematura que los usuarios del coche

Un estudio analiza la salud de 300.000 personas durante 25 años en el Reino Unido y concluye que la movilidad activa tiene importantes beneficios.

trabajo bici

Un estudio analiza la salud de 300.000 personas durante 25 años en el Reino Unido y concluye que la movilidad activa tiene importantes beneficios.

Por ElPais.com

Moverse en bici no solo es más sostenible para la ciudad y para el medio ambiente, sino que además es más saludable. Quienes se desplazan al trabajo en bici o caminando y, en menor medida, aquellos que lo hacen en transporte público, tienen menor riesgo de muerte prematura y de padecer varias enfermedades que quienes utilizan el coche. Así lo demuestra un estudio que analiza la salud de 300.000 personas del Reino Unido (en Inglaterra y Gales) durante 25 años.

“La principal conclusión de nuestro trabajo es que los modos de transporte activos, que incluyen la bici, caminar y moverse en tren, tienen a la larga beneficios para la salud frente a las personas que se desplazan en coche», explica por correo electrónico Richard Patterson, del departamento de Epidemiología de la Universidad de Cambridge y director del estudio.

La investigación, publicada este jueves en la revista The Lancet Planetary Health y realizada junto al Imperial College de Londres, utiliza los datos del censo de Inglaterra y Gales y sigue al mismo grupo de ciudadanos entre los años 1991 y 2016, todos mayores de 16 años y trabajadores en activo. De ellos, el 66% conduce para llegar al trabajo, el 19% lo hace en transporte público, el 12% camina, y tan solo el 3% va en bici. Los hombres suelen ir más en coche y bici, mientras las mujeres usan más el transporte público y caminan.

El análisis concluye que pedalear al trabajo reduce respecto a los conductores un 20% la tasa de muerte prematura, un 24% la tasa de enfermedades cardiovasculares (que incluyen ataques al corazón y derrames cerebrales), e incluso reduce en un 11% la prevalencia del cáncer. Caminar al trabajo también reduce estas variables en distinto grado.

Por su parte, quienes se desplazan en transporte público —y deben andar hasta las estaciones— reducen un 10% la tasa de muerte prematura, un 20% la mortalidad por enfermedades cardiovasculares y un 12% el diagnóstico de cáncer. Los investigadores creen que en este caso la reducción puede deberse a que las personas que se mueven en tren suelen tener un nivel adquisitivo más alto —dado el alto precio del transporte público— y ser menos propensas a tener otros problemas.

«El estudio no intenta investigar qué mecanismos hay tras las asociaciones que encontramos, porque no tenemos datos para conocer cómo influyen factores como la actividad física, la polución del aire y el estrés», dice Patterson. «Sin embargo, la explicación más probable es que caminar y montar en bici suponen la realización de una actividad física, lo que está fuertemente asociado con una mejora de la salud, que se traduce en una menor mortalidad y menos enfermedades cardiovasculares», señala Patterson.

En su opinión, el trabajo «se suma a la larga lista de evidencias demostradas durante años que muestran que los coches privados deben reducirse en el futuro para lograr ciudades más saludables y respetuosas con el medio ambiente».

Con la desescalada del confinamiento tras el coronavirus, muchas ciudades están tomando iniciativas para cambiar su movilidad y evitar que los coches vuelvan a reinar en ellas: carriles bici temporales, ampliación de aceras, zonas sin coches… En este contexto, el blog I love bicis vuelve como espacio para acoger iniciativas relacionadas con las bicicletas y la movilidad sostenible.


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