ACTITUD FUTURO

«Men In Black: International»: cuando la química y el entretenimiento no son suficientes

A pesar de cumplir con el ritmo que cualquier película palomitera debe entregar en estos tiempos, el spin-off de la franquicia nos hace querer que nos apliquen un neuralizador para olvidarla.

Men In Black

A pesar de cumplir con el ritmo que cualquier película palomitera debe entregar en estos tiempos, el spin-off de la franquicia nos hace querer que nos apliquen un neuralizador para olvidarla.

Por Héctor Muñoz Tapia

¿Qué podemos esperar de una película de los Hombres de Negro? Desde 1997 que están presentes en el cine, en esos días en que arrendábamos películas en los clubes y en las repeticiones del cable básico. Ahí estuvieron siempre a la mano Will Smith y Tommy Lee Jones como los agentes J y K manteniendo a raya las amenazas extraterrestres con la evolución de los efectos especiales y el agote de una fórmula que, lamentablemente, no logra revertir como lo quisiera “Men In Black: International”.

La más reciente entrega de la franquicia, que más que reboot actúa como un spin-off de la misma, nos trae tópicos ya conocidos ahora aplicados a lugares más allá de Estados Unidos, centrando su acción en la rama de la agencia en Londres y Europa, con Liam Neeson y Chris Hemsworth como agentes con toque británico, y al actor australiano que conocemos como Thor en el Universo Cinematográfico de Marvel un papel así le viene como anillo al dedo, potenciando sus habilidades para la comedia siempre y cuando el material que tenga lo haga brillar. Y salvo algunas líneas aisladas que sí funcionan, en la mayoría del relato esto no se cumple con su Agente H.

Una de las cosas que sí funcionan de la película es el rol de la Agente M, interpretada por Tessa Thompson en su primer protagónico en las grandes ligas del cine comercial. Su papel en “Men In Black: International” es un acierto en la representatividad femenina que va en alza dejando atrás la hegemonía masculina para roles de primera línea, y el enfoque de la actriz también rinde sus frutos. Es una chica ruda, con carisma que la hace brillar en cada momento y en pleno control que desde el primer momento está cómoda en la agencia.

Y tal como vimos en “Thor: Ragnarok”, la química entre Thompson y Hemsworth funciona perfecta. Se complementan, tienen buen ritmo, logran brillar en conjunto y te hacen olvidar los defectos que la película va acumulando en el camino. Ella como la hábil y audaz, él como el encantador y algo desenfocado. Son roles que combustionan en secuencias explosivas y algunas ciertamente memorables.

Lamentablemente, el resto de “Men In Black: International” es más de lo mismo. Si creías que no había suficientes extraterrestres hechos con CGI, la cinta te da más de lo que hubieses deseado. Si querías un par de giros que no veías venir, también te los da, aunque de una forma tan frágil y algo pobre que ya la veías venir a la mitad de la cinta. Y es que, a pesar de cumplir con el ritmo que toda película palomitera de temporada alta tiene como exigencia en estos tiempos, la película termina haciéndonos querer que nos apliquen un neuralizador para olvidarla. Y eso termina siendo un verdadero crimen para una franquicia que, si bien sabíamos de sus aciertos y errores sostenidos con los años, no merece en el largo plazo.


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