ACTITUD FUTURO

Una paradoja: En Transilvania, tierra de Drácula, no les interesan los vampiros

La aclamada obra literaria de Bram Stoker, sobre el espectral conde de temple misterioso, no tuvo éxito en Rumanía.

La aclamada obra literaria de Bram Stoker, sobre el espectral conde de temple misterioso, no tuvo éxito en Rumanía.

Invitar a un rumano a ver “Drácula” para Halloween o hablarle del célebre libro escrito por Bram Stoker, quizás no sería la mejor opción. Y es que en Rumanía, la tierra natal de este personaje popularmente conocido a nivel mundial, el conde sediento de sangre es sólo una simple historia de la que no hay mayor interés.

Si bien la leyenda de personas que al morir resucitaban para alimentarse de la sangre de vivos surgió en  Europa oriental, entre los siglos XVII y XVIII, actualmente pasó al olvido en Transilvania.

En 1656 se habría capturado y registrado oficialmente al primer vampiro, un croata llamado Jure Grando. El campesino, ya muerto, fue denunciado por sus familiares debido a los múltiples ataques de éste en búsqueda de sangre para saciarse.  Según narra la historia, Grando aterrorizó a todo su pueblo durante de 16 años, donde finalmente fue decapitado entre nueve hombres y enterrado una vez más.

Abraham “Bram” Stoker, en conocimiento de estos relatos, se aventuró a escribir uno de los libros más aclamados de la literatura universal. Sin embargo, el irlandés no pudo ver en vida los frutos de su trabajo, ya que el reconocimiento vendría mucho tiempo después.

En su texto, el protagonista es el conde Drácula; un poderoso vampiro residente de los Montes Cárpatos de Transilvania, quien según lo expuesto por el periodista e historiador rumano, Stelian Tanase, no sería un personaje popular entre los nativos del país. “El pueblo rumano no siente interés por este mito. Simplemente no les gusta esta historia”, declaró Tanase en una entrevista para el medio colombiano RCN.

Además, el profesional indicó que Bram Stoker tampoco es importante para los rumanos y que “él es más conocido y valorado en Estados Unidos que aquí. Increíblemente, ni su familia siente interés por contar su historia”.

 

 


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