El jugador ingresó la pelota con la mano y el juez se dio cuenta. La agresión podría costarle un año sin jugar.
Ocurrido en el fútbol regional español, un hecho impactante como deleznable sucedió en pleno partido.
En el último minuto de juego del pasado domingo durante el partido entre el A.E.C. Manlleu y el Sant Cugat F.C, un arquero subió hasta un lanzamiento de esquina para intentar convertir el gol, que entregaría la victoria a su equipo en un disputado encuentro.
Cuando el centro es ejecutado, el arquero salta y con la mano convierte el gol que entregaba la victoria a su club, salió a celebrar hasta que el árbitro se percató que la jugada era ilícita. Ante las súplicas del guardameta, que incluso se arrodilló para evitar el cobro, el referee tomó la decisión de anular el gol. El jugador se enoja y con una fuerte patada, dejó al juez en el suelo de dolor.
Expulsado, el arquero ha sido condenado incluso por su equipo el A.E.C Manlleu, que a través de su cuenta de Twitter ha señalado que el actuar de González «se encuentra totalmente desvinculado de los valores» del club, y que «actuará y se tomarán las medidas necesarias».