El pasado fin de semana, Paul McCartney se unió a la campaña End The Silence de la fundación Hope and Homes for Children, que desde comienzos de noviembre busca ayudar a niños de orfanatos de Uganda y Ruanda encontrando familias adoptivas, en una campaña que hasta el momento ha recaudado más de 2 millones de libras esterlinas.
Bajo ese contexto, sir Paul subió un video en sus redes sociales compartiendo sus primeros recuerdos musicales. En su caso, contó que Gene Vincent «Be-Bop-A-Lula» fue el primer sencillo que compró, y una de las primeras canciones que le abrió las puertas del rock and roll: «‘be-Bop-A-Lula’ fue el primer disco que compré con el dinero que ahorré por mi cuenta. Lo adquirí en el centro de Liverpool, lo llevé a casa y lo toqué muchas, muchas veces. No podría imaginar haber crecido sin escuchar esa música. Fue muy afortunado. No tener música es aterrorizador, no sé qué habría hecho de no haberla tenido conmigo. De seguro no sería quién soy hoy en día, porque las influencias y el goce de escuchar la música fue lo que me formó».
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