MALDITO ROCK AND ROLL

Rick Allen: infortunio en la carretera

A 28 años del accidente que le quitó su brazo izquierdo, Ernesto Bustos relata la epopeya del baterista de Def Leppard.

En 1984, Def Leppard había conquistado el mercado estadounidense y en el Reino Unido, su tierra, ya eran uno de los referentes de la consolidada New Wave British of Heavy Metal.

Lo tenían todo. Una formación consolidada, fama, millones de copias vendidas por Pyromania (1983), un respetable kilometraje de giras y un gran desafío en el corto plazo: ser parte del cartel principal de la primera versión -la original y verdadera- del festival Rock in Rio, entre el 11 y el 20 de enero de 1985.

Sin embargo, el destino golpeó con inclemencia ese éxito ascendente que Def Leppard protagonizaba en el invierno europeo. El 31 de diciembre de 1984, su baterista de 21 años manejaba un Chevrolet Corvette rumbo a su hogar en Sheffield para compartir la fiesta de fin de año en familia. Hasta ese momento, todo transcurría con normalidad. La banda gozaba de unas semanas de descanso.

Pero una mala decisión se cruzó en el destino del joven Rick Allen. Al ver superado su Corvette por un Alfa Romeo en la carretera, el músico intentó devolver la mano a tan osado conductor, perdiendo el control de su carro en el intento y volando por encima de un muro para terminar en un campo después de varias vueltas de campana.

Cuenta el reporte policial que, al parecer, el cinturón de seguridad de Rick Allen no estaba correctamente anclado y el músico salió despedido del automóvil, mientras su novia quedó colgada boca abajo en el coche. El escenario era dantesco y una transeúnte, que para fortuna de la pareja era enfermera, entregó los primeros auxilios. El batería de Def Leppard, en estado de shock, y con su brazo izquierdo amputado, gritaba de dolor: “¡Soy un famoso baterista de rock, soy un famoso baterista de rock!”, mientras la joven enfermera intentaba calmarlo.

Al conocer la noticia Joe Elliot, cantante de la banda, no dudó en conducir 180 millas para estar junto a su amigo en la adversidad. En primera instancia, los doctores lograron reimplantar el brazo izquierdo, pero una infección sentenció su amputación definitiva.

A esas alturas el viaje a Brasil ya se había cancelado y Def Leppard entraba en un receso indefinido. Pensar en el sucesor de Pyromania ni hablar, aunque ya existía material compuesto. Rick Allen abandonó el hospital 3 semanas después del accidente. Fue ahí donde decidió luchar por mantener su trabajo en la agrupación tras pasar horas y horas escuchando música y tambores tribales en su walkman.

Clave en la decisión y su posterior recuperación fue el baterista de los también ingleses Status Quo, Jeff Rich. Tras horas de discusión, ambos llegaron a la conclusión que debían desarrollar un kit hecho a la medida y a la necesidad de Allen para tocar con una mano.

Y así fue. La reconocida marca de baterías electrónicas Simmons diseñó un kit con los requerimientos de Rick Allen. Gracias al apoyo de sus compañeros de banda y su perseverancia logró sacar adelante la tarea. Cuenta la historia que cuando estuvo listo, reunió a sus amigos y les tocó el clásico de Led Zeppelin “When the Levee Breaks” para mostrar sus progresos.

Para explicar la forma en que Rick Allen volvió al negocio de la música habrá que decir que el modelo Simmons tenía los principales toms ubicados frente a él y a su derecha para tocar con ese brazo y los principales pedales a su izquierda, los cuales simulaban el sonido de la caja y de los timbales. El músico tuvo que aprender a tocar con su brazo derecho y su pie izquierdo.

Su regreso oficial a la carretera fue en el Monsters of Rock de 1986. Hysteria, el postergado nuevo disco de Def Leppard, se editó el 3 de agosto de 1987 en el Reino Unido.

Hoy Rick Allen posee una fundación con fines benéficos, la “Raven Drum Foundation”, junto a su esposa Lauren Monroe para ayudar a niños minusválidos a superar sus limitaciones.


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