Editorial de Freddy Stock, miércoles 19 de diciembre.

El fin del mundo siempre ha sido un buen negocio.

Salvo para los dinosaurios que no lo leyeron en  ninguna escritura, la idea del apocalipsis ha servido para el imperio de todo tipo de poderes, desde los más temporales o terrenales a los más espirituales. En estos días, la fatalidad que se le asume a los mayas, ha sido pasto de todo tipo de programas en televisión. El terror a lo desconocido, el miedo a la muerte y la esperanza en el más allá, nunca dejará de ser un horizonte suculento… para las almas y las billeteras.

Y en medio de la expectativa, surge un estudio sobre el «Paisaje religioso global», es decir, un mapa de cómo se distribuye el poder espiritual en la Tierra. Es el estudio sobre las religiones más importante realizado hasta el momento y corresponde al Centro de Investigación Pew sobre Religión y Vida Pública. Tiene como objetivos, “promover una comprensión más profunda de los problemas en la intersección de la religión y los asuntos públicos”.

Y el paisaje indica que los cristianos son el grupo más numeroso y disperso a lo largo y ancho del planeta. En segundo lugar, pero en franco crecimiento, están los musulmanes y, en un tercer puesto de avanzada, están aquellos que no profesan ninguna religión establecida o son derechamente ateos o agnósticos.

El fin del mundo, el apocalipsis, el paraíso y el más allá. Temas espirituales, religiosos, respetables. O, también, temas que siembran el miedo, generan poder y son derechamente irresponsables… Temas donde, tú bien lo sabes, Palabras sacan Palabras…


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