Editorial de Freddy Stock, martes 09 de mayo.

¿De qué nos estamos riendo?… una buena radiografía de las sociedades se puede hacer basándonos en aquellas cosas que las hacen reír. La exquisitez del humor inglés o la “fomedad” que se le atribuye al chiste alemán se entienden como reflejos nacionales pero, sean ciertos o no, dan a entender que un chiste o una broma son frutos de la evolución de sus sociedades. En Chile, estamos en ese proceso y la polémica entre Cecilia Pérez, y Yerko Puchento es producto de ello.

Como se sabe, en su rutina habitual del programa Vértigo de Canal 13, el personaje que encarna Daniel Alcaíno comparó a la ex vocera de Sebastián Piñera con Monga, ese ya legendario personaje de Fantasilandia. Ofendida por ello, Cecilia Pérez presentó una denuncia ante el Consejo Nacional de Televisión (CNTV) en contra del canal de Andrónico Luksic que busca sanciones e, incluso, el cese de transmisiones de la estación por siete días.

La señal que quiere dar Cecilia Pérez es que, “un país que tiene que avanzar en inclusión”, no puede dejar impunes, dice, “las acciones de agresión, de violencia, de discriminación y que los medios de comunicación que tienen un prontuario de violencia contra la mujer se hagan responsables de la calidad de información, de la calidad de programas que están transmitiendo hacia la sociedad chilena».

¿Cuál es el límite del humor? Es la pregunta que deja esta controversia interesante. Porque, más allá del mal gusto y la puerilidad del chiste y el entendible enojo de la afectada, podría afectarse ese derecho a la libertad de expresarse o de reír que debe tener toda sociedad que intenta acomodar su destino…


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