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Viva Chile: el punto de inflexión entre el nuevo disco de Candelabro y un poemario de Elvira Hernández

Candelabro 'sampleó' un poema de uno de los poemarios más intensos y mejor logrados de la obra de Elvira Hernández .

Elvira Hernández

El disco chileno más merecidamente celebrado del año: Deseo, carne y voluntad, de Candelabro, es un dadaísmo de proyecciones sobre la nación, la religión, la juventud, la tensión entre estas tres, y así un montón de otros elementos en un disco que parece inagotable. Setenta y tres minutos para descubrir y redescubrir. Y qué más obvio que partir por el principio: la canción ‘Las Copas’.

‘Las Copas’ es el motivo instrumental que abre el disco. O en realidad, casi instrumental. Incluye un sample del poema inédito del poemario La bandera de Chile, de la -ahora- premio nacional de historia Elvira Hernández

La bandera de Chile

Algo de contexto: en 1981, Elvira Hernández escribió su poemario La bandera de Chile. Que de hecho -y paradójicamente- no se publicó hasta una década después y no en Chile, sino en Buenos Aires. Es una serie de poemas no demasiado extensos ni intrincados que piensan la bandera de Chile desde su materialidad, símbolo y proyección. Una obra maestra y un clásico. Nunca más literal ni mejor dicho: La bandera de Chile se trata sobre la bandera de Chile.

Suena bastante parecido a un tema que se repite y repite en el nuevo disco de Candelabro. No solo eso. También se repite en la prensa que los músicos han hecho sobre su propio disco. Ellos han invitado a reflexionar sobre el rol de los símbolos patrios y la forma en la que la juventud tiene derecho a volver a apropiárselos sin culpa. Algo parecido a lo que se puede decir de los símbolos cristiano católicos que el disco presenta.

Lo que hizo Candelabro en ‘Las Copas’ fue samplear una recitación de los siguientes versos: La bandera de Chile / Con el ojo que tiene, agrandado como estrella, cíclope ateo / De arriba a abajo / Mirando el cielo de los cambios / Teme que cambien el nombre de La bandera de Chile / La bandera de Chile escapa a la calle y jura volver / Hasta la muerte de su muerte. Y por supuesto que cierra con ese glorioso pero pasivo -y certero- Viva Chile, que pudo haber sacado muchas risas en la preescucha del disco, pero también una profunda conmoción entre los lectores de la obra de Hernández.

Una opción de diálogo con Rosalía y Rodrigo Fresán

Quien no es ni chileno, ni poeta, ni exactamente lo que se diría un periodista musical es el escritor argentino Rodrigo Fresán. Hoy residente en España. Partió escribiendo en el diario argentino Página/12 en los noventa y hoy sigue ahí. Escribe columnas que cuentan la historia de su alter ego Rodriguez, como alguna vez lo hizo con su otro alter ego, Forma, quien terminó siendo protagonista de esa otra obra maestra literaria Trabajos manuales. Una especie de cuerpo de trabajo narrativo a partir de una colección de columnas.

El caso es que Fresán, quizá sin querer queriendo, publicó hoy mismo una de las mejores aproximaciones al disco de Candelabro aún cuando, de hecho, no lo hizo. Su columna de esta semana, ‘Homo Creador’ habla sobre las invitaciones implícitas en el nuevo disco de Rosalía, Lux, a abrazar la religión sin culpa es precisamente uno de los tópicos de Deseo, carne y voluntad. Curiosamente, no es que el nuevo disco de Candelabro esté cerca del nuevo disco de Rosalía, sino sobre uno de los mejores artículos que ha desprendido ese último álbum.

Si algo tienen en común Candelabro, Elvira Hernández y Rodrigo Fresán es la bondad y la apertura de mente. Por no decir una tremenda creatividad también. Quizá el mayor aprendizaje que nos dejan obras como Deseo, carne y voluntad o, en su momento, La bandera de Chile, es a no tener resquemores cuando una canción o un poema terminan con:

Viva Chile.


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