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RESEÑA // «Bugonia»: el mundo según Yorgos Lanthimos, más cerca del abismo

La nueva película del realizador greigo profundiza su obsesión por el control, la paranoia y la alienación contemporánea en una sátira incómoda que confirma a uno de los autores clave del cine actual.

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Hay directores que hacen películas y otros que crean mundos propios. Yorgos Lanthimos pertenece a este segundo grupo. En «Bugonia», vuelve a mostrar un universo donde la lógica común se rompe y todo resulta incómodo. La película funciona como un reflejo extraño, pero reconocible, de una época marcada por la desconfianza y el miedo.

La historia parte de una idea absurda: dos hombres creen que una poderosa ejecutiva es una amenaza alienígena para la humanidad. Desde ahí, Lanthimos desarrolla su estilo habitual. Usa planos fríos, actuaciones raras a propósito y diálogos rígidos, que hacen que todo se sienta artificial y distante. La película nunca deja claro si se está burlando de las teorías conspirativas o si habla en serio sobre el miedo al poder.

Como en otras películas del director, los personajes viven dentro de reglas que no se cuestionan. En «Bugonia», esas reglas nacen de la paranoia. Una paranoia que crece en un mundo lleno de información, donde es fácil desconfiar y difícil saber qué es verdad. Los personajes creen tener la razón absoluta y usan esa idea para justificar cualquier cosa.

El elenco cumple un rol importante. Emma Stone interpreta a una figura de poder difícil de entender: fría, segura, pero con momentos de fragilidad. Jesse Plemons vuelve a encarnar a un hombre común, convencido de que hace lo correcto, aunque sus actos sean inquietantes. Ambos ayudan a que la historia se mantenga tensa sin caer del todo en lo ridículo.

En lo visual, la película es muy controlada. Los espacios son fríos y ordenados: oficinas que parecen laboratorios y casas que se sienten como prisiones. Todo está pensado para crear una sensación constante de rareza. A veces, ese estilo se siente demasiado marcado y algunas escenas duran más de lo necesario.

Aun así, «Bugonia» dice algo claro sobre nuestro tiempo. Muestra una realidad donde la verdad parece depender de quién la diga y donde el miedo se confunde con pensamiento crítico. No es una película cómoda ni fácil de ver, pero tampoco lo intenta. Puede que no sea lo mejor de Lanthimos, pero sí una obra provocadora, coherente y honesta con su mirada.

«Bugonia» está en cartelera en cines de Chile.


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