Hoy celebramos las seis décadas de vida de John Rzeznik, la voz y el alma de Goo Goo Dolls. Es imposible marcar este hito sin revivir la historia de la canción que transformó a una ruidosa banda de garaje de Buffalo en leyendas del rock alternativo mundial.
Aunque «Iris» es universalmente reconocida por su letra desgarradora y sus melodías apasionadas, su origen dista mucho de ser una confesión personal. No es tampoco una historia de amor tortuoso del propio vocalista.
La realidad es que este himno nació de una presión contractual y una fecha límite. La banda fue contactada específicamente para escribir un tema para la banda sonora de la película «Un Ángel Enamorado» (City of Angels, 1998), protagonizada por Nicolas Cage y Meg Ryan. Rzeznik, en medio de un bloqueo creativo y ansiedad por el futuro del grupo, asistió a una proyección preliminar del filme dirigido por Brad Silberling. Casi por obligación, canalizó los sentimientos del personaje de Cage para componer la pieza que definiría su carrera.
Una nueva oportunidad de consagración bajo la lluvia
Si bien la canción dominó las listas de éxitos a finales de los 90, su consagración definitiva como una experiencia casi religiosa para los fanáticos llegaría años más tarde. Esto ocurrió lejos de las alfombras rojas de Hollywood. El 4 de julio de 2004, Goo Goo Dolls regresó a su natal Buffalo para ofrecer un concierto gratuito frente al Ayuntamiento. Lo que debía ser una celebración estándar se convirtió en una batalla contra los elementos cuando una tormenta torrencial se desató sobre la ciudad. Lejos de suspender el show o refugiarse, Rzeznik y la banda decidieron continuar. Entregaron la interpretación más épica y visceral en la historia del grupo. Con la lluvia golpeando incesantemente el escenario y empapando tanto a los músicos como a la multitud, «Iris» sonó con una fuerza sobrenatural. Esto creó una sinergia perfecta entre la melancolía de la canción y la furia de la naturaleza.
Ese momento, capturado en video, se ha convertido en una leyenda de internet por derecho propio. El metraje, que fue posteriormente remasterizado y subido a los canales oficiales de la banda, acumula hoy más de 134 millones de visitas en YouTube. Miles de comentarios destacan el «aura» innegable y la emoción cruda de ver a Rzeznik cantando bajo el diluvio, totalmente entregado a su público. Esa presentación en Buffalo demostró que «Iris» había trascendido su origen como un tema de película. Se convirtió en un himno de resistencia y conexión humana.
Un himno que trasciende generaciones
Hoy, al cumplir 60 años, John Rzeznik sigue demostrando la vigencia de su obra. Así lo confirmó su reciente paso por el famoso ciclo «Tiny Desk Concert», donde despojó a sus canciones de toda electricidad. Esto mostró que, ya sea bajo una tormenta eléctrica en Buffalo o en la intimidad de una oficina, la magia de Goo Goo Dolls sigue intacta. «Iris» sigue siendo la prueba viviente de que, a veces, los encargos comerciales pueden esconder la llave hacia la inmortalidad musical.
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