¿Quién es el músico más joven de la historia que alguna vez ha sido parodiado en Saturday Night Live? No es una pregunta retórica. Tiene respuesta. Justin Bieber. Eso desarma un poco la posibilidad de ponerse hiperbólico con Cameron Winter y Geese. Porque, de hecho, el 2025 pudo haber sido el año de Geese, pero ni todos los 2025 del mundo sumarían un solo año de éxito en las proporciones de Justin Bieber. Son animales distintos.
Lo que sí es verdad es que toda la carrera de Justin Bieber no suma ni un décimo del valor cultural de un disco como Getting Killed, de Geese. O en su defecto, Heavy Metal, de Cameron Winter solista, celebrado incluso por músicos de la talla de Nick Cave. En ese contexto, no es exactamente curioso que Saturday Night Live se ponga con una parodia a un músico tan en boca. Si es curioso que una plataforma de un humor tan cercano a un espectro de gente más adulta elija deliberadamente acercarse así a una expresión tan juvenil y “ondera” como lo es el último disco de Geese.
No es solo un gran disco de rock que además logra incorporar elementos de paradigmas ajenos, como lo es el slacker folk. También es una expresión de juventud tan bien lograda como pocas. Candelabro también, diría un sector del público iberoamericano. Y tendrían razón.
Sobre el sketch de Saturday Night Live
Son múltiples las razones para celebrar Getting Killed, de Geese. También lo son aquellas para celebrar el aspecto cultural que implica el sketch del programa estadounidense. Vivimos en un mundo donde estas cosas funcionan de manera circular. Una mano lava a la otra y la cultura crece a base de cimientos compartidos. También vivimos en un mundo donde hay que saber reírse de sí mismos.
Es verdad que hay figuras como Billie Eilish u Olivia Rodrigo que lograron entrar a la palestra mainstream siendo muy jóvenes y representativas de la generación Z, pero nunca de la cultura alternativa de esta misma. Como si fuera el caso de Geese. él comparte universo con actos como podría ser una banda tan inmediatamente influyente como Black Country, New Road o los igualmente espectaculares Magdalena Bay. Todos de la misma generación.
No hay caballo de troya para la cultura de masas como lo es Geese. Es un fenómeno que ni siquiera Turnstile podría atribuirse.
Sobre todo a la hora de considerar el contenido del sketch, donde lo pusieron al lado de quien hace de Benson Boone. Un artista que destaca -o más bien no destaca- precisamente por lo contrario. Música no demasiado interesante y un impacto cultural nulo. En una yuxtaposición propia de aquello que heredaron productos culturales del estilo de El Coyote y El Correcaminos, el sketch consideró un humor físico a lo Buster Keaton que no deja de ser homologable a la cultura de masas y la irreverencia Z.
De nuevo, El Coyote y El Correcaminos.
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