Una de las tantas obras maestras de Quentin Tarantino que, paradójicamente, hasta hace un año muy poca gente había tenido la posibilidad de ver: El corte extendido y unificado de ambas películas de la saga Kill Bill, estrenadas en 2003.
Kill Bill y Kill Bill Vol. 2 se estrenaron en un contexto en el que Tarantino ya tenía carta blanca para hacer gala de todo su dadaísmo recursivo. Había pasado por el thriller dos veces,. Otra, por el blaxploitation (o un tributo a este). El nuevo siglo lo recibía listo para parir una película desde dos de sus obsesiones que no había tenido la oportunidad de explorar: El cine oriental y el cine de acción. O, en su defecto, el cine de acción oriental.
El resultado fue un mastodonte que llevó por nombre Kill Bill. Un juego de palabras. Aunque eso no lo sabemos hasta que ve ambas películas hasta el final. Por razones de metraje y motivaciones comerciales, lo que originalmente se concibió como una gran epopeya de más de cuatro horas quedó recortado en dos películas de duración más estándar. Con algunos detalles estilísticos también: Se dejaron las escenas más violentas en blanco y negro, como también, en la primera película, se agregó un pito encima de la voz de La Novia cada vez que dice su nombre. Por cierto, hubo decisiones que no respondieron a un orden estético, como recortar las escenas animadas en cerca de quince minutos en total.
El corte alternativo de 2011
Ocho años despúés del doble estreno de las cintas originales, se publicó un corte llamado Kill Bill: The Whole Bloody Affair. Este unió ambas películas, sacaba el blanco y negro, el pito, y agregaba las escenas animadas eliminadas. Además, incluía cambios de orden en las escenas.
Tuvo una rotación limitadísima en su momento. A lo Tarantino: Fue exigente con la condición de que Kill Bill: The Whole Bloody Affair solo se proyectase en cinta, como fue filmada (obsesión que, hasta ahora, lo ha acompañado en toda su obra). No fue hasta el 2025 -y sin depender de ningún aniversario ni efeméride particular- que algunos cines de Estados Unidos que conservaban su copia empezaron a proyectarla de nuevo. Por algunos meses se pensó que el estreno sería tan limitado como en 2011. Pero finalmente, se accedió a digitalizar las copias para un reestreno a nivel mundial.
Kill Bill: The Whole Bloody Affair se estrenará por primera vez en Chile, según confirmó Cinemark en su cuenta de Instagram, el 19 de febrero de 2026.
