Todos los 22 de diciembre se produce un luto punk universal. Se cumple otro aniversario del fallecimiento de Joe Strummer, músico líder de la banda inglesa The Clash quuien partió el 2002. A vuelo de pájaro, una banda de punk rock inglesa tanto o más importante que sus contemporáneos de la primerísima generación setentera del punk. Comparables solo con Buzzcocks o Sex Pistols.
Una aproximación más sensible es que solo existen dos discos de The Clash que califican propiamente como punk: The Clash (1977) y Give ‘Em Enough Rope (1978). Después viene lo realmente interesante: London Calling (1979), Combat Rock (1980) y Sandinista! (1980). Tres obras, cuál más ambiciosa que la otra. Son álbumes de new wave, y algunos, como London Calling, de los más impresionantes de la historia de la música popular de la década. Un disco que parte de la base del rock, sí, pero sumando tantos elementos de ska, reggae, dub, jazz, entre otros. Un canónico indiscutible.
Pero el disco que esconde algunas de las repercusiones realmente más interesantes respecto al legado de The Clash es Combat Rock, con hits universales como ‘Should I Stay Or Should I Go’ o ‘Rock The Casbah’. Eternamente reversionadas incluso en versiones bossanova para decorar espacios como restaurantes o similares. Lejos de la contracultura seminal del espíritu de The Clash y Joe Strummer.
La madriguera del conejo puede ir aún más profunda. Una de las canciones más ácidas de The Clash, ‘Straight To Hell’. Que hace uso de ese ritmo pausado para darse la libertad de mandar a alguien al infierno en el estilo más inglés posible. Alguna vez fue “víctima” de una vuelta de tuerca cultural inédita para una canción de estas condiciones: la interpelación de la artista M.I.A.
El tino de M.I.A. con ‘Paper Planes’
M.I.A. alguna vez fue una celebrada artista de hip-hop. Tiene más de un disco considerable a su haber. Aunque su devenir público no ha sido el más afortunado, eso no borra su obra, y menos va a borrar aquellas salidas que, igual que los hits de The Clash, explotaron fuera de la órbita canónica del artista y pasaron al canon popular.
Lo que pasó entre M.I.A. y The Clash es que el productor de la rapera, Diplo, tuvo el tino de dar con samplear la canción original de The Clash, ‘Straight To Hell’, para el tema ‘Paper Planes‘. Sobre el que M.I.A rapea con un estilo inéditamente bombástico para la época, creando un hit inmediato que sonó en todos lados entre el 2007 y el 2008. Sobre todo después de que Danny Boyle la incluyera en su película Slumdog Millionarie.
La cinta ganó un Oscar a Mejor Película. Aún cuando Boyle, su director, hizo un esfuerzo consciente por incluir todos los códigos posibles del cine indio (lo cual desconcertó a una parte de la audiencia). Esto dialoga directamente con el espíritu de Joe Strummer y M.I.A., quienes hicieron un esfuerzo consciente por ampliar las fronteras de su comodidad. En particular, a Strummer no le interesaba demasiado Inglaterra. Así lo demostró.
En un mundo donde no dejan de proliferar versiones y más versiones de cada canción de The Clash, desde reiteradas insistencias en los aspectos punk de canciones que ya lo llevaban en el ADN hasta el intento por deslavar joyas de la cultura popular a cambio de destrozarles el factor rock con el fin de hacer factibles su inclusión en cualquier espacio como música de fondo, si ha de recordarse a Joe Strummer por su capacidad de funcionar como figura bisagra entre las múltiples expresiones musicales del mundo, siendo este una especie de catalizador en clave perfeccionista.
Quizá no hay un alma tan curiosa como la de M.I.A.. O más bien la versión de M.I.A. que tomó una canción de 1982 en 2007 y tradujo: There ain’t no need for ya / Go straight to hell, boys (The Clash) en Running when we hit ‘em Lethal poison for the system (M.I.A.).
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