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ENTREVISTA // Tom G. Warrior: “Con Celtic Frost nunca fue sencillo, no a todo el mundo le gustaba que hiciéramos algo distinto”

Hablamos con el legendario líder de Celtic Frost y Hellhammer, que encabezará el Chile Terrorfest con el material clásico de sus ex bandas.

Jorge Lagas |

TOM WARRIOR 3

TOM WARRIOR 3

Como cumbre de metal extremo internacional, el Chile Terrorfest en su primera edición se anotó un golazo con la presencia de una leyenda viviente en la materia: Tom G. Warrior, el líder de Celtic Frost y Hellhammer, dos entidades que marcaron el camino a seguir en el género desde la primera mitad de los años 80. 

Tom G. Warrior se hará presente con las bandas que tiene en la actualidad, Triptykon y Triumph of Death. Con Triumph of Death va a estar tocando clásicos de Hellhammer el primer día de festival, el jueves 6 de diciembre; y con Triptykon estará haciendo lo propio con los clásicos de Celtic Frost, el segundo día, viernes 7 de diciembre.

Ambas fechas son en el Teatro Caupolicán, con un cartel que además ofrece a Mayhem, Sacrifice, Pungent Stench (en su encarnación actual), E-Force (Eric Forrest, ex vocalista de Voivod), Skeletal Remains y los nacionales Atomic Aggressor, Mayhemic y Demoniac. Las entradas están por Puntoticket.

Además, Triptykon tendrá un concierto aparte sólo para ellos, el sábado 8 de diciembre en el Teatro Cariola, junto a las bandas nacionales Unaussprechlichen Kulten y Meridion, con entradas en Puntoticket.

Con miras a lo que será este encuentro, compartimos unas palabras con Tom G. Warrior:

-Saludos, Tom, ¿qué te parece llegar al fin del mundo con tus bandas a revivir este legado inmortal? 

-Para mí no es el fin del mundo. Es un país fantástico y estoy muy feliz de volver. La última vez que toqué en Chile tuvimos una experiencia fantástica. Todo fue absolutamente profesional, desde el concierto hasta la organización y el hotel, todo fue impecable. Una experiencia realmente buena y tuvimos un público fantástico. Así que lo esperamos con muchas ganas. Desde luego, no lo vemos como el fin del mundo. Lo consideramos un país metalero legítimo y muy bueno. 

-Claro que sí. Y una ocasión muy especial para rendir homenaje al legado clásico de Celtic Frost y Hellhammer. ¿Qué significa para ti poder seguir manteniendo este legado en los escenarios?

Es un honor, por supuesto. Nunca lo hubiera esperado. Si eres una banda de Suiza, no das por sentado que tocarás en Chile desde el principio. Y luego, el promotor local te pide tocar con dos bandas, es un honor aún mayor. Me dan la oportunidad de tocar la música de los inicios de mi carrera. La música underground de los inicios del thrash metal y el black metal. Y además la oportunidad de tocar el metal más sofisticado que creé más adelante en mi carrera. Lo cual me parece fantástico. Realmente me da una plataforma increíble. Estoy sumamente agradecido.

-Han pasado más de 40 años desde que Hellhammer y Celtic Frost existieron y dejaron una huella que hasta hoy se siente. ¿Cómo ves la influencia que tuvieron sobre subgéneros enteros del metal? 

-Es surrealista, por supuesto. Y no sé realmente por qué pasó esto. Estoy muy agradecido de la gente, al público, que le ha dado una oportunidad a mi música durante tanto tiempo. Pero no tengo nada que ver con esto. Simplemente creé música. Soy fanático del metal. Me encanta tocar en una banda. Tocar metal es el centro de mi vida. Pero nunca esperé que otros escucharan mi música. Gente de todo el mundo me escucha 44 años después de que me convertí en músico. Es absolutamente alucinante. Me siento infinitamente agradecido por este regalo que me ha dado el público. ¿Qué puedo decir? Estoy impresionado.

-Si hablamos de la música de estas dos bandas, o de Celtic Frost en concreto, no sé si hay otra banda de aquella época que tuviera una paleta más amplia de influencias e inspiraciones de diferentes géneros musicales. ¿Ese fue uno de los elementos clave que hicieron de Celtic Frost una banda destacada?

-Quizás, pero también lo hizo muy difícil al principio porque la gente no estaba acostumbrada. De una banda de metal, la gente esperaba un álbum de heavy metal puro. Con Celtic Frost nunca fue tan sencillo. Siempre sentimos que teníamos que incorporar algo más. No a todo el mundo le gustaba en aquel entonces. No era como hoy, donde hay tantos experimentos electrónicos o metal sinfónico. En aquel entonces todo era metal puro. No tenía nada de malo, pero era una época en la que la gente no estaba acostumbrada a algo distinto. Ni siquiera a nuestra propia discográfica le gustó que, por ejemplo, en “Into the Pandemonium” y “To Mega Therion” incorporáramos voces femeninas e instrumentos clásicos. Odiaban eso. Decían que deberíamos ser más metaleros, que sería más fácil vender el álbum, etc. Martin (Eric Ain, bajista) y yo teníamos las ideas y las influencias de la música que escuchábamos. Simplemente queríamos combinarlo. Éramos muy ingenuos. Creíamos que todo debía girar en torno a la música.

-Mencionaste a Martin. Martin fue una parte muy importante de la banda, sin duda. ¿De qué manera crees que su espíritu sigue vivo en lo que haces ahora? 

-En general, Martin no compuso la música. Escribió quizás tres o cuatro canciones y aproximadamente la mitad de la letra. Pero la importancia sigue ahí porque cada canción que hicimos juntos, incluso cuando yo compuse la música, discutíamos cada detalle. Nos sentábamos a escuchar la música, a mirar la letra, a analizarlo todo y a decir: “Esto tiene que ser diferente, esto no es Celtic Frost, esto no funciona, esto podría ser mejor”. Fue un proceso muy creativo, a veces muy difícil porque ambos teníamos opiniones muy firmes. Pero creo que Celtic Frost es realmente el resultado de esta colaboración entre Martin y yo, de estas conversaciones, de este intercambio creativo. Especialmente cuando nos reunimos para hacer el último álbum, “Monotheist”, Martin se había vuelto mucho más seguro de sí mismo y contribuyó mucho más. Tuvimos conversaciones muy profundas sobre todo el álbum y cada canción. Así que su influencia estuvo ahí, aunque no compusiera mucha música. Pero su personalidad y su influencia están presentes en cada canción. Y lo extraño mucho hasta el día de hoy. Han pasado 8 años desde que Martin murió. Y aún hoy pienso que tengo que preguntarle esto o mostrarle esto, y luego me doy cuenta de que no puedo hacerlo. Y les he dicho muchas veces a los de Triptykon que lo extraño mucho. Mi existencia como músico no está completa ahora que Martin ya no está. 

-Ya que hablaste de las letras, esa fue una parte muy importante de la banda. La música era increíble, pero al mismo tiempo trabajaban con temas y conceptos en sus letras que quizás se adelantaron a su tiempo, ¿lo sientes así? ¿Qué importancia le daban? 

-Son muy importantes para nosotros. Mira, no hay nada de malo en ir a conciertos solo para bailar y divertirse. Y, por supuesto, Martin y yo también lo hacíamos. Fuimos a un millón de conciertos y no nos importaban las letras. Solo queríamos sentir la energía. Pero por otro lado, también nos dimos cuenta de que, al crear cosas, nos resultaba relativamente fácil encontrar temas sobre los que escribir. Temas que realmente nos interesaban. 

-Hablando de lo que veremos en Chile, ¿con Triptykon tocarán sólo canciones de Celtic Frost, o también material de Triptykon? 

-No, no, no. Yo creé Triptykon para continuar la trayectoria de Celtic Frost. Lo que, por supuesto, por un lado significa tocar la música de Celtic Frost para que no desaparezca. Pero por otro lado, también significa seguir creando música y canciones nuevas. Así que, a menos que un promotor nos pida un concierto exclusivamente de Celtic Frost, solemos tocar al 50% y 50%. Tocamos un 50% de música nueva de Triptykon que creamos después de Celtic Frost y un 50% de temas de Celtic Frost. Eso es lo que realmente nos alegra, esta combinación. 

-Hablando de Triptykon, hace rato estamos esperando nueva música. ¿En qué va eso? ¿Se viene nuevo disco?

-Sí, estamos trabajando en ello. De hecho, estamos con ensayos del nuevo material y creo que hay muchas posibilidades de que toquemos una o dos canciones nuevas cuando estemos en Chile. Para diciembre creo que deberíamos estar listos para probar algunas de estas nuevas canciones en el escenario. 

-Hemos hablado de la música y las letras. Otro aspecto fundamental de tu carrera han sido esos increíbles artes de portada hechos por H.R. Giger, ¿qué significó para ti poder trabajar con él? 

-Personalmente, y con el máximo respeto por Giger, me considero muy pequeño comparado con él. Pero para mí es la combinación perfecta. La música de Celtic Frost o Triptykon se combinó con el arte de Giger. Ya era fan de Giger en mi adolescencia. Mucho antes de empezar a tocar un instrumento. Nunca pensé que algún día colaboraría con él. Y, por supuesto, es un honor increíble. Ahora que ya no está, hay que seguir promoviendo su arte. Martin y yo estábamos muy emocionados cuando Giger nos respondió a principios de 1984 y nos dijo que estaba interesado en colaborar. En aquel entonces éramos unos desconocidos y Giger era una estrella mundial. Se convirtió en nuestro mentor, porque su aceptación de trabajar con nosotros nos inspiró y nos dio tanta energía mental que se convirtió en un mentor muy importante. Así que este es un recuerdo muy especial, más allá del arte. Siempre ha sido una especie de figura paterna para la banda. Lo que lo hace aún más especial para mí.

-Bien, Thomas, eso es todo por ahora. Gracias por el tiempo y nos vemos en Santiago. 

-Tengo muchísimas ganas de verlos a todos allí. Adiós.

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