“My Summer Holiday” es el nuevo trabajo como solista del guitarrista, cantante y compositor Randy McStine, que muchos conocen como guitarrista de Steven Wilson y Porcupine Tree. De hecho aprovechó una pausa en la gira de “The Overview” de Wilson (la misma que pasó por Chile) para darle vida a este nuevo EP, que ofrece una llamativa evolución en los sonidos que hace emanar de sus guitarras, sintetizadores y cajas rítmicas.
Está disponible exclusivamente en la plataforma Bandcamp y está tan interesante que nos comunicamos con él para conversar unas palabras:
-Hola Randy, acá estamos esuchando “My Summer Holiday”. Bonito título, me hace pensar en días felices. ¿Cómo te sientes tú con el material?
-¡Hola! Me siento muy bien. Como saben, a mediados de junio me tomé unas vacaciones de verano de lo que estábamos haciendo con Steven Wilson. Y simplemente empecé a trabajar en algunas cosas aquí. Tenía muchas ganas de empezar con ingredientes diferentes a los que suelo usar. Así que una de las primeras cosas que cogí fue una vieja caja de ritmos de un amigo, porque no es algo con lo que suelo trabajar. Y pensé: «Bueno, este sería un buen punto de partida». Eso se convirtió en la base de dos de las cuatro canciones: «Try to Hide» y «Drift». Y una vez que me metí en el tema, empecé a tocar diferentes instrumentos y a buscar sonidos y melodías que me resultaran apropiados. Una vez que la semilla de una idea empieza a germinar, la inspiración empieza a fluir. Siento que hay que superar la página en blanco inicial y entonces las cosas empiezan a fluir. Y eso es algo muy divertido para mí como creativo. Así que fue genial.
-Estuviste aquí en Sudamérica y en Chile con Steven Wilson, ¿qué tal la experiencia esta vez?
-Sí, estuvimos allí hace poco. Fue increíble. Mi segunda vez allí. Estuve en 2022 con Steven en Porcupine Tree y no había vuelto desde entonces. Era el mismo lugar y todo. Así que me sentí como en casa en muchos sentidos.
-Ya tenías un álbum anterior, “Mutual Hallucinations”, con diferentes músicos invitados como Pat Mastelotto de King Crimson, Gavin Harrison de Porcupine Tree, Marco Minnemann de The Aristocrats y Nick D’Virgilio de Big Big Train. ¿Cómo fue trabajar con todos ellos en ese entonces?
-Quiero a todos esos chicos y estoy seguro de que volveremos a trabajar juntos de alguna manera. Los cuatro que mencionaste son bateristas, así que si me dejan solo, normalmente toco casi todo lo demás. Y también toco la batería, pero no como ellos. Así que es genial tener buenos amigos bateristas. Pero en este caso, no necesitaba ni quería ese tipo de voces en el instrumento; comencé con el modelo de la caja de ritmos, luego empecé con la percusión e incluso me incorporé a la batería para añadir diferentes capas. Era más un enfoque orquestal que simplemente buscar un buen baterista. Así no es como construí estas pistas.
-Bueno, se percibe que tiene un sonido diferente, con instrumentos diferentes. Ccomo guitarrista, ¿qué tan importante es estar siempre explorando las posibilidades del instrumento?
-Para mí es muy importante. Diría que, personalmente, más allá de buscar nuevas técnicas o cosas que practicar, me interesa mucho descubrir nuevos sonidos. Así que a veces tengo el vocabulario que tengo como músico y siempre busco ampliarlo. Pero a menudo me inspira más encontrar un sonido interesante que pueda llevarme a algún lugar. Y eso influirá en mi forma de tocar o no. Hay una canción en el disco llamada “Drift” que no tiene guitarra. Simplemente no le vi la necesidad. Creo que, como compositor, eso me parece perfecto. No necesitas guitarra en todo, pero entiendo que siendo conocido como guitarrista, me pregunte: ¿Por qué vas a tener una canción sin guitarra? ¿No es eso lo que haces? Y tiendo a compartimentar las cosas de esa manera. A veces la guitarra es lo último en lo que pienso.
-¿En serio? Interesante. Para ti, entonces, lo más importante son las ideas que tienes en mente, ¿no? Antes de materializarlas en un instrumento, ¿no?
-Sí, busco inspiración de algún lugar. Y si eso significa sentarme al órgano, tocar un bajo o una guitarra, y empezar desde ahí… bueno, naturalmente, la mayor parte de lo que hago empieza con la guitarra. Pero soy muy consciente de que puedes caer en ritmos trillados con tu instrumento. Y a veces, para mí, es mejor dedicarme a algo en lo que no soy ni remotamente bueno. Pero encuentro acordes diferentes y cosas en las que no pienso conscientemente cuando tomo una guitarra y simplemente hago lo que hago. Y gran parte de mi proceso creativo surge de querer escuchar sonidos que no he creado personalmente antes. Luego ver adónde me lleva eso. Y esa es la parte divertida. La llegada es genial, pero lo importante es el viaje.
-Bueno, es como cuando hablas con un fotógrafo, siempre dicen que la cámara no hace al fotógrafo, lo importante es saber sacar la foto. En este caso, ¿es parecido? El instrumento no hace al músico, si tienes una idea en la cabeza la vas a tocar sin importar el instrumento.
-Tengo mis gustos y hay cosas que me encantan como músico que, repito, no están relacionadas solo con mi identidad como guitarrista. Me encantan los teclados. La batería. Me encanta el bajo, todo eso. Así que la idea de, ya sabes, simplemente querer ver hasta dónde puedes llegar con esas cosas, creo que es un experimento que vale la pena. Sobre todo cuando eres solista, porque realmente no tienes nada que perder. No es como si tuviera cuatro personas en la sala conmigo como banda y me dijeran: «¿Por qué tocas todos nuestros instrumentos?». Es una licencia para probar cosas nuevas.
-Siempre nos gusta conocer la historia personal de los músicos. Cómo empezaron a tocar, cómo empezaron a interesarse por la música. En tu caso, ¿cómo fue eso? ¿Quiénes fueron tus primeros ídolos, por ejemplo?
-Claro, claro. Bueno, sí, tuve mucha suerte de que mi padre fuera un gran fanático del rock, aficionado y coleccionista. Así que mis primeros recuerdos, probablemente de cuando tenía unos tres años, son de crecer en una casa llena de CDs, discos y cassettes. Pero también algo muy importante eran los conciertos en VHS. Tenía una colección muy buena de conciertos en VHS, la mayoría piratas, de bandas de rock clásico. Y, bueno, era un gran guitarrista. Siempre escuchaba cosas con mucha guitarra. La guitarra estaba casi puesta en un pedestal para mí desde niño. Veía a todos estos guitarristas. Gary Moore fue una gran influencia cuando era niño. Y luego gente como Stevie Ray Vaughan o Eric Johnson. O sea, era como cualquier cosa, sobre todo rock progresivo, blues rock, hard rock clásico y metal. Esa fue mi base de niño. Veía a todos esos guitarristas en la tele y cogía cosas de casa y jugaba a tocarlas. Así que tenía cierta inclinación, incluso desde pequeño. Y luego mis padres me regalaron una guitarra eléctrica cuando tenía cinco años y empecé a tomar clases a los seis. Y nunca he parado, más de 30 años después. Sí.
-¿Siempre te gustaron guitarristas con un sonido distintivo, con algo único?
-Sin duda. Bueno, obviamente, de niño, no tenía el vocabulario para describir lo que dices. Pero mi padre y otras personas me ayudaron a encaminarme, a decirme: “Escucha esto. Escucha cómo toca este chico, escucha su sonido, o cómo sostiene una nota”, o lo que sea. También tuve mucha suerte de que mis padres me llevaran a muchos conciertos de niño. O sea, entre los seis y los diez años, vi a Yes con Trevor Rabin unas tres veces. Vi a King Crimson, Steve Vai, Joe Santriani, Eric Johnson, todas esas grandes bandas y músicos. El que realmente me cambió la vida fue Jeff Beck cuando tenía unos 11 años. Si tuviera que señalar una influencia clave en la guitarra, sería Jeff Beck, porque creo que, emocionalmente, lo que logró con el instrumento fue tan hermoso y único. Pero también uno de los guitarristas eléctricos más técnicos de la historia. Todo estaba en sus manos. Su capacidad para manipular una nota era increíble. Siempre ha sido como una especie de guía para mí durante los últimos 25 años.
-Con esa inspiración te convertiste en guitarrista por tu cuenta y buscaste tu propio estilo y tu propio sonido. ¿Qué tan difícil es conseguirlo?
-Es muy difícil. Y, sinceramente, ahora es un momento interesante donde sé cómo sueno y sé lo que hago. Dudo mucho en decir que tengo un estilo único o algo así, pero son mis compañeros los que me dicen que hago cosas que son muy específicas de mí. Y supongo que quizás sea así. Ya sabes, sé que suena como yo cuando toco, pero no sé qué hace que mi estilo sea único para los demás. Creo que quizás tenga que ver en parte con la diversidad de influencias que tengo. Y algunas de las cosas de las que hablamos, como apreciar a alguien como Gary Moore tanto como a Adrian Belew, por ejemplo. Venimos de mundos completamente diferentes como guitarristas, tanto en sonido como en armonía. Pero ambos me aportan algo: cuando lo mezclo todo, puedo encontrar cosas que surjan en cualquier momento. Uno podría estar más en el ámbito del diseño de sonido y el otro podría tener un estilo más soul, con un toque de blues. Y me encanta todo.
-Sabemos que siempre estás ocupado con Steven Wilson y tus otros proyectos. ¿Tendrás tiempo para tocar las canciones de este EP en algún concierto o algo así?
-Sí, lo estoy considerando para el año que viene, para ver qué puedo hacer como solista. Ya veremos qué pasa.
-¿Y un nuevo álbum largaduración? ¿Está en los planes?
-Es posible. Como dije con este EP, una de las cosas que disfruté fue no tener que comprometerme con un disco completo. Estas cuatro canciones, que en total duran unos 17 minutos, me parecieron muy bien integradas y, de alguna manera, contaban la historia que necesitaban contar. Y, bueno, es agradable no atascarse por completo en el proceso del álbum, que podría llevar mucho tiempo. Esto, de principio a fin, duró solo un par de meses. Así que me gusta la idea de experimentar con más lanzamientos como este, quizás con más frecuencia, sacando varias canciones a la vez. Quizás al final se convierta en un disco. Quizás simplemente grabe otro disco. No lo sé, pero creo que estamos a mediados de esta década y todo el mundo está probando cosas nuevas.
-¿Cuál es tu opinión sobre lo que está pasando ahora mismo con el prog rock en todo el mundo? ¿Crees que está pasando por un buen momento?
-En cierto modo, no soy la persona indicada, porque últimamente, aparte de centrarme en mis cosas, cuando no estoy tocando con Steven estoy en el estudio trabajando en mis cosas. Y suelo comprar discos viejos, cosas que nunca he escuchado, pero que podrían ser de los 70 u 80. Es nuevo para mí, pero no es actual. Sinceramente, al escuchar rock progresivo moderno en este momento, mi cabeza no ha estado ahí. Así que tengo el presentimiento de que probablemente me estoy perdiendo muchas cosas muy buenas. Puede sonar raro, pero no quiero dejarme influenciar demasiado por lo que está pasando en el género ahora mismo, porque prefiero tener mi propia perspectiva sin pensar en lo que hace esta o aquella banda. Puedes empezar a dejar que eso se infiltre y pensar: «Quizás debería ser más así» o lo que sea. Y prefiero dejar eso de lado un poco, al menos mientras trabajo en cosas nuevas y luego quizás echar un vistazo a ver qué está pasando.
-Bien, Randy, eso es todo por ahora. Felicitaciones por el trabajo y a ver si nos visitas de nuevo.
-Nos vemos pronto, espero. Muchas gracias.
Sigue a FUTURO.cl en Google Discover
Recibe nuestros contenidos directamente en tu feed.
Seguir en Google