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El retrato del caos interior: Ummagumma de Pink Floyd cumple 56 años

El disco más odiado y polémico de los iconos del rock experimental se acerca cada vez más a las 6 décadas, por lo que en Futuro lo recordamos.

Pink Floyd Ummagumma
Pink Floyd

El 7 de noviembre de 1969, Pink Floyd lanzó su cuarto trabajo de estudio, «Ummagumma».

Este álbum doble fue mucho más que un lanzamiento discográfico; fue el ejercicio de identidad más radical que la banda acometió en su carrera. Era una ambiciosa apuesta que buscaba despegarse definitivamente de la psicodelia lisérgica de Syd Barrett. Además, forjaba el sonido conceptual que dominaría la década de 1970. La evolución de Pink Floyd en este álbum es fascinante.

A 56 años de su estreno, revisamos este trabajo que, a pesar de ser repudiado por sus propios creadores años después (David Gilmour lo calificó de «bastante horrible»), es fundamental para entender la evolución hacia la maestría de Dark Side of the Moon de Pink Floyd.

La Doble Cara de la Moneda: Live y Studio

Ummagumma es una obra dual, dividida en un disco en vivo y un disco de material inédito en estudio, mostrando el talento innovador de Pink Floyd.

Disco I: La Experiencia en Vivo

El primer álbum captura a Pink Floyd en su elemento más puro y poderoso de la época. Fue grabado en dos shows a inicios de 1969 (en el Mothers Club de Birmingham y en el Manchester College of Commerce). Este disco demostró que las versiones en vivo de la banda superaban a las de estudio en experimentación y psicodelia.

Temas esenciales como «Astronomy Domine» (un guiño a su era inicial) y las versiones extendidas de «Careful with That Axe, Eugene» y «Set the Controls for the Heart of the Sun» son ejercicios de tensión y distensión. Este disco no solo capta la potencia sonora del grupo, sino también la experiencia multisensorial de sus conciertos.

En ese entonces ya incluían una vanguardista combinación de luces y proyecciones. Es un testimonio de que la banda, sin Barrett, era una fuerza en el escenario. Verdaderamente, Pink Floyd se destacaba en sus presentaciones en vivo.

Disco II: El Experimento Solitario

La segunda parte es donde reside la neurosis creativa y el concepto más arriesgado, una clara muestra de la diversidad artística de Pink Floyd. A propuesta de Richard Wright, cada miembro compuso y grabó un tema en solitario, sin la intervención de los demás. Nick Mason, el baterista, recordaría más tarde: «éramos muy individualistas en ese momento». Aquí se exhibe el ADN de cada miembro, por un lado «Sysyphus». La canción escrita por Richard Wright fue una suite dividida en cuatro partes, inspirada en el mito de Sísifo. Es un viaje caótico y trágico de piano clásico que muta a paisajes sonoros experimentales y densos, llenos de tambores distorsionados. Es la contribución más cercana a la música académica.

Por otro lado, Roger Waters aportó con «Grantchester Meadows» y «Several Species…». El bajista entregó dos extremos. «Grantchester Meadows» es una balada acústica pastoral con samples de pájaros y sonidos de campo. En contraste, «Several Species of Small Furry Animals Gathered Together in a Cave and Grooving with a Pict» es una pieza de collage sonoro absolutamente bizarra. Está compuesta por ruidos de animales hechos por Waters y efectos vocales acelerados. Se adentra en el terreno de la música concreta.*

Por su lado, el guitarrista del grupo compuso «The Narrow Way». David Gilmour reconoció que le costó mucho componer. No obstante, ofreció una composición de tres partes que avanza desde la guitarra acústica melancólica hacia un blues psicodélico sombrío, lleno de efectos de eco. Culmina en su primera incursión como vocalista principal, con un solo final fascinante. Pink Floyd demostró su capacidad de innovación en cada tema.

Otra pieza que destaca es «The Grand Vizier’s Garden Party». Nick Mason, con la ayuda de su entonces esposa Lindy Rutter en la flauta, presenta una suite centrada en ejercicios de percusión y estructuras rítmicas complejas. Demuestra un enfoque jazzístico y anárquico del rock progresivo.

El Último Gran Vuelo Psicodélico

El título «Ummagumma» (que según la jerga de Cambridge significaba «el acto sexual») es una pista de la naturaleza íntima, extraña y a veces incómoda del disco. Si bien el álbum llegó a un respetable quinto puesto en el Reino Unido, su valor no está en los charts, sino en ser el laboratorio donde Pink Floyd se despojó de todas las normas.

Este trabajo, con su portada icónica (el efecto Droste infinito) y su contenido musical heterogéneo, fue la prueba de que, para alcanzar la grandeza de Atom Heart Mother y Dark Side of the Moon, era necesario primero sumergirse en el caos individual. A 56 años, Ummagumma sigue siendo la prueba de que la experimentación radical es un paso esencial en la ruta hacia la leyenda de Pink Floyd.


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