Hoy, 7 de noviembre, celebramos 42 años de un álbum que no debería haber funcionado. Sin embargo, terminó siendo un rotundo éxito comercial y artístico: «90125» de YES. Este LP se lanzó en 1983. Este fue el undécimo álbum de la legendaria banda británica de rock progresivo. Además, marcó uno de los regresos más audaces y exitosos en la historia de la música.
Tras una disolución y múltiples cambios de formación, 90125 no solo revivió el nombre de YES. También lo llevó a la cima de la era MTV, demostrando que la complejidad progresiva podía convivir con el gancho del pop de estadio.
La Reconfiguración Maestra
El álbum fue un punto de quiebre en la historia de la banda. El núcleo progresivo se reensambló de manera inesperada, el vocalista icónico Jon Anderson regresó a bordo, al igual que el tecladista original Tony Kaye. Por otro lado, el ingreso del guitarrista y compositor sudafricano Trevor Rabin fue la clave de la nueva dirección. Rabin, con su mentalidad enfocada en el pop, los riffs potentes y una producción pulcra, impulsó a YES hacia un sonido completamente nuevo.
Producido por el ex Yes Trevor Horn, el sonido de 90125 es audazmente moderno. Utilizó sintetizadores de la época, percusión programada y una producción cristalina. Eso lo hizo sonar masivo y accesible.
El himno inmortal en «Owner of a Lonely Heart»
El cambio de rumbo se hizo evidente con el primer single, «Owner of a Lonely Heart». Este tema no se parecía a nada que YES hubiera hecho antes: era funky, bailable y agresivamente pop en su estructura. Tenía un riff de guitarra inolvidable de Rabin. La canción fue un éxito mundial instantáneo. Llegó al número uno en el Billboard Hot 100 de EE. UU., siendo su único single en lograrlo. La combinación del hard rock de Rabin, los arreglos de Anderson y el groove bailable permitió a YES conquistar una audiencia completamente nueva, que no estaba familiarizada con las suites épicas de sus álbumes de los ’70.
El Rock Progresivo en su Máximo Esplendor
A pesar de la orientación comercial, el álbum conservó la inteligencia musical que siempre caracterizó a YES. Canciones como «Changes» y «Hold On» demostraron la cohesión de la nueva formación. Mostraban riffs complejos y estructuras vocales que satisfacían a los fanáticos más antiguos. «Leave It» fue una joya a cappella y rítmica que evidenció la exquisita armonía vocal del grupo, su sello distintivo. «Hearts» era el tema más cercano al prog-rock clásico. Contaba con una instrumentación expansiva y una sensación épica que recordaba a las grandes obras de la banda, pero con el brillo sonoro de los años 80.
90125 es la prueba de que el rock progresivo no está reñido con el éxito popular. A 42 años, el álbum sigue siendo un hito. Demostró la capacidad de reinvención de Jon Anderson y el genio de Trevor Rabin para modernizar un sonido. Además, mostró la duradera relevancia de una banda que se negó a vivir solo de su pasado.
