La tarde del 2 de noviembre de 2025 quedará marcada a fuego en la memoria de Coquimbo. Con el estadio Francisco Sánchez Rumoroso colmado y una ciudad volcada a las calles, Coquimbo Unido derrotó 2-0 a Unión La Calera y se coronó campeón de la Liga de Primera 2025 por primera vez en sus 67 años de historia.
El gol inicial llegó a los 20 minutos gracias a una anticipación letal del panameño Cecilio Waterman tras un centro desde la izquierda. Ya en el segundo tiempo, un zapatazo de Benjamín Chandía (min. 75) selló la fiesta y desató la euforia en el puerto.
Coquimbo Unido 2025: el título no fue una casualidad
La campaña aurinegra se leyó como un manual de consistencia. Durante el torneo, el equipo dirigido por Esteban González acumuló una racha histórica, con más de una docena de triunfos consecutivos y un rendimiento que superó el 80% en puntos, que lo alejó rápidamente de sus perseguidores y le permitió asegurar la corona con cuatro fechas de antelación.
Esa solidez se tradujo en números fríos (más de 20 victorias en la temporada y una defensa compacta), pero también en historias humanas. La comunión entre cuerpo técnico, plantilla y una hinchada que históricamente sufrió temporadas irregulares.
En el Sánchez Rumoroso la escena fue de película. Más de 17–18 mil personas llenaron las tribunas. Banderas, cánticos y un clamor que se mezcló con el viento del Pacífico.
La expulsión temprana de un jugador rival y el acierto ofensivo pirata aceleraron el desenlace. Coquimbo supo leer el partido, presionar desde la solidaridad colectiva y administrar ventajas cuando correspondía.
Para la ciudad, la estrella es algo más que un trofeo. Es la reivindicación de años de espera, de arquitecturas del barrio inglés, de pequeños emprendimientos y bares llenos de historias de fútbol.
El factor humano fue central. Esteban González, técnico local que recuperó credibilidad y estabilidad, firmó un logro que también supone la reivindicación del entrenador chileno en un fútbol donde la injerencia extranjera crece.
Jugadores como Waterman y Chandía dieron la pauta en momentos clave. El trabajo colectivo, la disciplina táctica y la lectura emocional de los partidos explican por qué, más allá del resultado concreto, esta campaña permanecerá en la memoria regional y nacional.
