Para 1968, Neil Young ya llevaba tiempo en la música. Tras sus primeros pasos en su Canadá natal con The Squires, el cantautor se dirigió a California. Ahí, encontraría almas gemelas en Buffalo Springfield. Pero el inquieto Young pronto seguiría su camino.
Young lanzó su álbum debut homónimo el 12 de noviembre de 1968. Justo en el día de su 23 cumpleaños. El LP presenta muchas de las señas de identidad que lo caracterizarían, incluyendo un trabajo de guitarra incisivo y su estilo vocal inconfundible. Pero dentro de ese contexto, también utiliza una serie de matices para crear uno de los discos más distintivos de su larga y exitosa carrera.
Todo comienza con «The Emperor of Wyoming», un instrumental de estilo country. Este da paso a «The Loner», que sigue siendo una de las mejores canciones de Young y una de las primeras muestras de su sonido característico. Le sigue la hermosa balada «If I Could Have Her Tonight», con reminiscencias de su trabajo con Buffalo Springfield.
Mientras tanto, la subestimada «I’ve Been Waiting for You» presenta uno de los mejores arreglos de Young. Especialmente en sus partes instrumentales centrales, como la guitarra con fuzz. Es una de las canciones más potentes y menos reconocidas del álbum.
El LP cierra con «The Last Trip to Tulsa», una pieza épica de más de nueve minutos. Una narrativa dinámica que gira en torno a la voz y la guitarra acústica de Young, la canción crece a medida que se desarrolla su historia, convirtiéndola en uno de sus temas más cautivadores y un cierre perfecto para su debut en solitario.
Músicos de sesión de la talla de Ry Cooder y Jack Nitzsche (además de los veteranos de la Wrecking Crew, Carol Kaye y Hal Blaine) tocaron en el álbum, aportando toques de jazz y barrocos a canciones como «The Old Laughing Lady». Las coristas Merry Clayton (quien prestó su voz desgarradora a «Gimme Shelter» de los Rolling Stones) y Brenda Holloway añadieron un toque conmovedor a Neil Young, dotándolo de un estilo y un sonido únicos en la extensa discografía del artista.
El álbum se publicó sin nombre ni título en la portada, solo con una simple pintura a color de Young. El siempre meticuloso cantautor no estaba satisfecho con la mezcla original del disco —que utilizaba una tecnología nueva y relativamente experimental—, por lo que solicitó la retirada del LP. Se reeditó al año siguiente con una nueva mezcla aprobada por el artista.
Así pues, en muchos sentidos, el debut en solitario de Neil Young sentó las bases de su carrera.
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