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Spotify toma cartas en el asunto sobre la música creada con inteligencia artificial y suma nuevas políticas

Tras meses batallando en contra del surgimiento de artistas "IA" que estaban quitando espacio de artistas reales, Spotify tomo cartas a favor.

Spotify
Getty Images

Spotify decidió dar un golpe fuerte frente a uno de los temas más polémicos de la música actual: el uso de la inteligencia artificial. Todo esto según consigna Concierto en su nota.

La plataforma de streaming anunció la eliminación de más de 75 millones de canciones generadas por IA. Este número deja en claro la magnitud del problema y la determinación de la compañía por proteger tanto a los oyentes como a los artistas.

Un cambio que arriba en el momento indicado

Este cambio llega tras meses de debate en la industria. Se discute hasta qué punto la IA puede aportar creatividad y cuándo empieza a transformarse en una amenaza. Spotify explicó que, aunque reconoce el potencial de estas herramientas, hay límites que no se pueden cruzar. Por eso, sus nuevas políticas apuntan directamente a tres frentes. Primero, evitar la suplantación de voces de artistas sin autorización. Segundo, frenar el spam masivo de canciones creadas automáticamente. Y tercero, exigir transparencia en la publicación de material generado por inteligencia artificial.

La decisión no es menor, en un catálogo de más de 100 millones de canciones, la eliminación de 75 millones implica un recorte histórico. Además, envía un mensaje claro: la prioridad es cuidar el valor de la música legítima. Spotify quiere recuperar el equilibrio en un espacio donde muchos artistas se han visto desplazados. Estos artistas son afectados por pistas creadas en masa, sin identidad ni intención artística real.

Al mismo tiempo, la compañía asegura que no se trata de frenar la innovación. Su objetivo es garantizar que se use de manera responsable. La inteligencia artificial puede ser un aliado creativo. Sin embargo, no debe ir en detrimento de los derechos de autor ni de la confianza de los usuarios.

Con esta medida, Spotify busca marcar un precedente en la industria y abrir una conversación urgente: cómo convivir con la tecnología sin desproteger a quienes hacen de la música un arte genuino.


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