Phil Rudd, el histórico baterista de AC/DC, volvió a convertir un himno del rock en un terremoto sinfónico. En un video pro-shot difundido esta semana se ve a Rudd al frente de la batería interpretando “Back in Black” durante el concierto debut del proyecto Full Metal Orchestra en el Spark Arena de Auckland. En un show que mezcló guitarras y cuerdas con un planteamiento escénico de gran formato.
La fórmula, rock clásico amplified + orquesta, no es nueva, pero la presencia de Rudd le dio al montaje una carga simbólica y sonora distinta. El “pulso” metronómico del exmiembro de AC/DC ancló los arreglos orquestales dirigidos por Sarah-Grace Williams. Mientras una sección de 29 músicos de la filarmónica aportaba masas de violines, vientos y metales que redibujaron los riffs originales. El resultado es una versión que preserva la agresividad rítmica del tema sin sacrificar resonancias y clímax propios de la música sinfónica.
Un show que viajó por los clásicos de AC/DC
El espectáculo, producido por Jol Mulholland y promovido por Duco Touring, reunió además una nómina de vocalistas invitados, entre ellos Jon Toogood (Shihad), que permitieron reimaginar himnos como “Thunderstruck” y el inusual cierre con “It’s a Long Way to the Top”, piezas interpretadas con una teatralidad ampliada gracias a arreglos orquestales y una puesta en escena audiovisual muy cuidadosa. La lectura sinfónica no neutraliza el groove: lo amplifica.
El clip profesional, publicado a principios de octubre, ha circulado con rapidez por redes y canales especializados, generando una ola de notas y reacciones entre medios internacionales y aficionados. Más allá del efecto viral, la actuación plantea preguntas musicales interesantes: ¿hasta qué punto puede una orquesta aportar nueva narrativa a canciones diseñadas para la crudeza eléctrica? En este caso, la respuesta fue clara. La orquesta añadió textura y dramatismo sin diluir la identidad sonora del tema, según consignó Rock FM.
