En Palabra Que es Noticia, Antonio Quinteros conversó con Manuel Canales, sociólogo y académico de la Universidad de Chile, para reflexionar sobre el estallido social en el sexto aniversario del 18 de octubre.
Sexto aniversario del estallido social
El sociólogo Manuel Canales señaló que, ad portas de que se cumpla un nuevo aniversario del 18-O, Chile continúa sin sanar las heridas en su totalidad. Para él, más que un evento puntual, aquel octubre del 2019 sigue siendo una pregunta abierta sobre las desigualdades que rodean al país.
«Hay que diferenciar la pregunta entre qué pasó en el estallido y cómo percibimos lo que pasó y nos dejó el estallido. Yo le llamo revuelta y una pregunta. Octubre nos sigue interrogando», puntualizó.
Reacciones de la «clase dirigente»
Canales planteó que la reacción de los distintos sectores frente al estallido reflejó la magnitud del impacto que generó en el poder político, económico y social. Hubo un breve momento de desconcierto donde asegura que incluso las élites reconocieron que algo profundo había cambiado.
«Hoy se dirá cualquier cosa, pero entonces habló la clase empresarial, la derecha, la iglesia. Todos a coro. Todos parecían haber entendido algo, haber despertado», precisó.
«La señora Matthei reconocía que la gente estaba más enrabiada y que había que hacer algo. El señor Andrónico Luksic dio un primer paso, subiendo los sueldos y pidiendo disculpas e invitando a la clase empresarial a seguirlo. ¿A dónde llegó ese camino? ¿Dónde está el entendimiento profundo que se confesó?», añadió.
Así, el sociólogo detalló que «lo de Luksic, lo de Matthei, nos demuestra la indignación de la gente que empezó a sentir que para conseguir algo había que hablarle fuerte a la clase dirigente. Hay una impotencia histórica, de no tener repertorio. Nadie sabe cómo responder a la demanda de octubre».
Un efecto espontáneo
Sobre el origen del fenómeno que provocó las movilizaciones y posteriores desmanes, Canales postuló que «esto fue un efecto espontáneo. No es ni casualidad ni una máquina. Una espontaneidad no casual, por eso es preocupante. Esto apareció desde las existencias populares, no desde las ideologías. Por eso nadie sabe que hacer con esto. No fueron ni los 30 pesos ni los 30 años».
«El movimiento de los pingüinos fue sin la izquierda. En las marchas no habían banderas», subrayó el académico, argumentando que el movimiento fue observado desde lejos por la izquierda tradicional.
«Esos incidentes son señas de un cuerpo social autodestruyéndose. No tienen racionalidad. ¿Qué sociedad es la que llegó a eso?», reflexionó el sociólogo.
¿Otro estallido?
Durante la conversación, Manuel Canales también fue consultado por la idea de que pueda existir un nuevo estallido, considerando que el descontento, para él, sigue latente.
«No estamos en condiciones de responder la pregunta de si habrá otro estallido similar. Es posible que volvamos al rosario neoliberal. Lo dije días después del 18 de octubre. Sin embargo, el regreso del estallido fue un regreso a un modelo muerto. Estamos en la inercia, porque sabemos que no hay un orden genuino. Hay resignación», explicó.
Sigue a FUTURO.cl en Google Discover
Recibe nuestros contenidos directamente en tu feed.
Seguir en Google