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Guns N’ Roses Bogotá en riesgo: IDIGER exige pruebas de seguridad en Vive Claro por vibraciones

Permisos Guns N' Roses Bogotá, en vilo. IDIGER exige aforo seguro en Vive Claro por riesgo de vibraciones. Revisa los detalles aquí.

Guns N Roses
Getty Images

El esperado regreso de Guns N’ Roses a Bogotá, programado para el próximo 7 de octubre en el escenario Vive Claro, pende de un hilo burocrático y estructural. A solo cinco días del evento, que convoca a miles de fanáticos del rock, el Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (IDIGER) mantiene en suspenso la aprobación final. Exigiendo la entrega inmediata y completa de la documentación técnica que garantice la seguridad del recinto.

La controversia se centra en la «construcción no convencional» del Vive Claro. Un escenario que ha enfrentado un historial de inconvenientes, culminando con la reciente cancelación del concierto de Kendrick Lamar. Los informes técnicos más recientes, que preocupan a las autoridades distritales, señalan la existencia de «vibraciones excesivas» en las graderías. Un factor que, según el IDIGER, podría «comprometer la integridad, estabilidad y seguridad de la estructura» ante una aglomeración masiva.

Palabras del director del IDIGER sobre Guns N’ Roses

El director del IDIGER fue enfático, otorgando un plazo perentorio a los organizadores para subsanar los requerimientos. Esta presión se enmarca en un contexto de profunda revisión por parte de la Administración Distrital.

El alcalde Carlos Fernando Galán anunció un crucial cambio normativo: la resolución definitiva sobre los permisos para eventos masivos en Bogotá deberá estar lista. Sin posibilidad de corrección posterior, al menos cinco días antes de su realización. La medida busca erradicar la incertidumbre de las cancelaciones de última hora. Convirtiendo el destino de Axl, Slash y Duff McKagan en la primera prueba de fuego de la nueva política de gestión de riesgo.

Mientras los promotores del evento, Ocesa, aseguran haber atendido la totalidad de los requerimientos técnicos. Incluyendo procesos de rigidización para mitigar las vibraciones, la incertidumbre persiste. La decisión final, mediada por el Sistema Único de Gestión de Aglomeraciones (SUGA), se ha transformado en un pulso entre el entusiasmo del rock and roll y la rigurosidad de la ingeniería civil.

El caso de Guns N’ Roses no solo define la realización de un concierto, sino que establece un precedente fundamental para el futuro de los grandes espectáculos en la capital. La prioridad del Distrito es clara: priorizar la vida y la seguridad de los asistentes sobre cualquier espectáculo, sin importar la magnitud de la estrella. La ciudad espera con el aliento contenido el veredicto final que determine si el rugido de la banda más peligrosa del mundo silenciará, por fin, la polémica del Vive Claro, según consignaron medios de Colombia.


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