En Futuro vivimos en la intersección de las cuerdas del ring y los riffs de la guitarra. Y si hay un álbum que encarna a la perfección la unión entre el wrestling y el hard rock, ese es el álbum debut homónimo de Fozzy.
Publicado un 24 de octubre del año 2000, este disco cumple 25 años. Es la puerta de entrada de un campeón mundial al mundo del heavy metal. Consolidó una conexión cultural que hoy es más fuerte que nunca.
Hablamos, por supuesto, de Chris Jericho, la superestrella que en ese entonces era una figura clave en la WCW y la WWE. Su incursión en el rock con Fozzy fue un movimiento audaz que, en su momento, generó escepticismo. Sin embargo, demostró la credibilidad y pasión detrás del Ayatollah del Rock and Roll. La Audacia de un Luchador en el Mainstream del RockA diferencia de otros intentos de luchadores por incursionar en la música, el proyecto Fozzy (inicialmente llamado Fozzy Osbourne) no fue un simple capricho de celebridad. Jericho se asoció con el experimentado guitarrista Rich Ward (Stuck Mojo), creando un dúo sólido. Esto garantizaba seriedad musical.
Un sonido duro como la lona
El concepto original de este primer álbum fue una jugada metalingüística. La banda se presentaba como un grupo de culto que supuestamente había escrito grandes clásicos del heavy metal. Otras bandas famosas (como Iron Maiden, Dio o Judas Priest) les habían robado esos clásicos. Por ello, el álbum debut está compuesto casi en su totalidad por versiones de heavy metal y glam metal de los ’80 y ’90.* La Consolidación del Gimmick: La voz de Jericho, aunque aún en desarrollo, demostraba carisma y una presencia escénica. Esto ya era conocido mundialmente. Al interpretar clásicos como «Freewheel Burning» (Judas Priest), «Over the Mountain» (Ozzy Osbourne) o «Stay Hungry» (Twisted Sister), Fozzy se instaló en el metal con respeto.
Gracias a la experiencia de Ward, la producción del álbum tiene un filo moderno y potente. Esta producción toma esos clásicos y los viste con la energía del hard rock del nuevo milenio. No era nostalgia barata; era un cover con una actitud renovada.
Dos canciones originales que marcan el camino
Aunque el álbum se centró en las versiones, Fozzy incluyó dos tracks originales que anticiparon el futuro de la banda: «End of Days» y «Feel The Burn».
Estos temas originales, aunque no tan pulidos como su trabajo posterior (con hits como «Judas» o «Enemy»), mostraron que el grupo tenía el potencial para crear sus propios himnos. Marcaron la transición desde la banda de covers con un gimmick cómico a una banda legítima de hard rock con material propio.
El impacto en la cultura
El debut de Fozzy, a 25 años de distancia, no puede ser subestimado. En el año 2000, un campeón de la WCW/WWE que se lanzaba a cantar heavy metal era una rareza. Jericho abrió la puerta, demostrando que la pasión por el rock y la intensidad de la lucha libre provienen de la misma fuente de energía cruda.
Hoy, la música de Fozzy («Judas», específicamente) es un himno esencial de la lucha libre. La banda es un acto de rock respetado con giras mundiales. El álbum «Fozzy» es, por lo tanto, el punto de origen de una carrera dual exitosa y una prueba tangible de que el rock y el wrestling son, y seguirán siendo, familiares inseparables. ¡Larga vida al rock and roll y a Chris Jericho!
Sigue a FUTURO.cl en Google Discover
Recibe nuestros contenidos directamente en tu feed.
Seguir en Google