Hace 37 años, el 5 de septiembre de 1988, se lanzó Rank, el único álbum en vivo de The Smiths. Este disco llegó de manera póstuma a la separación del grupo. Fue grabado durante un show en el National Ballroom de Kilburn en octubre de 1986.
El registro no solo documenta un concierto, sino que también se transformó en el cierre no oficial de una de las agrupaciones más influyentes de los años 80, según consigna Concierto.
Un contexto de tensiones musicales
El contexto también es clave para entender la relevancia de este trabajo. La banda había anunciado su ruptura en 1987, justo después de lanzar «Strangeways, Here We Come». Este disco, a pesar de ser de los más ambiciosos de su carrera, quedó marcado como su epitafio. El quiebre no fue sorpresivo. Las tensiones entre Morrissey y Johnny Marr se intensificaron por diferencias creativas y el desgaste de ser una banda independiente. Además, tenían un culto de seguidores que crecía a pasos agigantados. Marr, cada vez más asfixiado por la presión y los caprichos de Morrissey, terminó por abandonar el grupo.
Este desenlace fue particularmente duro. The Smiths habían logrado convertirse en una de las agrupaciones más importantes del Reino Unido en apenas cinco años de carrera. Desde su debut homónimo en 1984 hasta el citado «Strangeways…», habían redefinido el indie británico con un sonido inconfundible. Las letras mordaces y melancólicas de Morrissey unidas a las guitarras cristalinas y melódicas de Marr. Eran la respuesta alternativa a la era del synth-pop y, al mismo tiempo, los herederos de una tradición británica de canción obrera y literaria.
La resaca política
La ruptura dejó a los fans en shock, pero también abrió la puerta a un vacío enorme. No había conciertos de despedida ni cierre ritual. Es ahí donde Rank cobra valor. Grabado en octubre de 1986 en Kilburn, cuando la banda estaba en plena promoción de The Queen Is Dead, el álbum se convirtió en un sustituto póstumo de esa despedida que nunca ocurrió. Su lanzamiento no fue idea de la banda. En cambio, fue de su sello, Rough Trade, que quiso capitalizar la nostalgia inmediata.
El contexto británico también refuerza su importancia. En la segunda mitad de los 80, el Reino Unido vivía la resaca del thatcherismo, un clima político duro y polarizante que alimentaba la lírica ácida de Morrissey. Mientras, la escena indie empezaba a consolidarse, preparando el terreno para lo que años después sería el britpop. En ese paisaje, la disolución de The Smiths dejó un hueco simbólico que nadie pudo llenar de inmediato.
¿Qué hace especial a Rank?
Lo que distingue a Rank es la crudeza con la que captura la esencia de los Smiths sobre el escenario. Canciones como «Bigmouth Strikes Again» o la dolorosa «I Know i’ts Over» suenan con una energía desbordante. En ellas, la voz de Morrissey se muestra con una emocionalidad punzante. La guitarra de Johnny Marr brilla con una claridad que realza su genio compositivo. En contraste con los álbumes de estudio, aquí hay un nervio eléctrico y una urgencia que acercan más al público al verdadero espíritu de la banda.
Incluso su título tiene un aire provocador y sarcástico, fiel al estilo de Morrissey. Rank no solo remite a la compañía Rank Organisation, sino que también juega con la jerga «cockney» que lo asocia a «wank» (palabra se refiere al acto de la masturbación). Una elección que refuerza la ironía y el espíritu contestatario de la agrupación.
Hoy, con el paso del tiempo, Rank se mantiene como una cápsula sonora imprescindible. No es un disco de despedida planeado, pero sí un testimonio de lo que podían hacer The Smiths cuando la química entre Morrissey, Marr, Andy Rourke y Mike Joyce aún estaba intacta. Un retrato en vivo de una banda que dejó de existir demasiado pronto.