Robert Redford no solo dejó huella como actor, sino también como un director visionario. Su mirada detrás de la cámara nos regaló historias profundas, humanas y llenas de sensibilidad, confirmando que su talento trascendía la actuación.
En este especial, recordamos cinco de sus mejores obras como director. Una carrera que, a pesar de ser un salto arriesgado, sorprendió a todo el mundo, con películas que hasta incluso compitieron con clásicos de la época de Martin Scorsese y Francis Ford Coppola.
Ordinary People (1980)
La ópera prima de Redford como director fue nada menos que un hito. Con este drama íntimo sobre una familia devastada por la pérdida y el peso de la culpa, Redford sorprendió al mundo y se alzó con el Oscar a Mejor Director y Mejor Película (venciendo a Ragging Bull de Martin Scorsese). Su dirección sensible y contenida permitió que las actuaciones brillaran con fuerza, consolidándolo inmediatamente como un narrador de primer nivel.
A River Runs Through It (1992)
Basada en las memorias de Norman Maclean, esta película es un retrato melancólico sobre la familia, la fe y la naturaleza como refugio del espíritu. Con un tono poético y una fotografía deslumbrante, Redford construyó un relato que mezcla lo íntimo con lo universal. Además, significó un impulso decisivo en la carrera de Brad Pitt, a quien dirigió en uno de sus papeles más recordados.
Quiz Show (1994)
En este filme, Redford llevó a la gran pantalla uno de los mayores escándalos televisivos de Estados Unidos en los años 50: el amaño de concursos. Con un pulso narrativo impecable y un reparto de lujo encabezado por Ralph Fiennes, John Turturro y Paul Scofield, la película se convirtió en una reflexión sobre la ética, la corrupción y el poder de los medios, siendo nominada a cuatro premios Oscar, incluido Mejor Película.
The Horse Whisperer (1998)
Con esta obra, Redford exploró la conexión entre el ser humano y la naturaleza a través de la historia de un hombre capaz de sanar caballos y, al mismo tiempo, las heridas emocionales de las personas. La película destaca por su ritmo pausado, su belleza visual y la química entre Redford (también protagonista) y una joven Scarlett Johansson, quien sorprendió con una de sus primeras grandes actuaciones.
The Milagro Beanfield War (1988)
Esta entrañable cinta mezcla realismo mágico y denuncia social, relatando la lucha de una pequeña comunidad de Nuevo México contra las grandes corporaciones que intentan apropiarse de sus tierras y agua. Robert Redford imprimió a la historia un tono cálido, humorístico y combativo, reflejando su compromiso con causas sociales y con la representación de comunidades olvidadas.
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