El 7 de septiembre de 2018, Paul McCartney lanzó «Egypt Station», su álbum número 17 como solista. Fue un regreso importante: su primer número uno en EE.UU. desde «Tug of War» (1982), logrando entrar directo al primer puesto del Billboard 200.
Con producción de Greg Kurstin (junto a McCartney) y una colaboración con Ryan Tedder, el disco mezcló varios estilos y mostró que Macca seguía siendo creativo incluso en su séptima década de vida.
El título del álbum viene de una pintura que McCartney hizo en 1988, con temas egipcios que lo inspiraron tanto en lo visual como en la idea del disco: “Me gustaron las palabras Egypt Station. Me recordó a los álbumes que solíamos hacer… ‘Egypt Station’ empieza en la primera canción y luego cada canción es como una estación distinta. Eso nos dio la idea de unir todas las canciones. Lo veo como un lugar de ensueño del que sale la música”.
En una entrevista con GQ en septiembre de 2018, McCartney rechazó la idea de estar simplemente descansando en su “retiro dorado”.
“Sigo siendo muy competitivo”, dijo, y agregó: “¿Conoces a alguien que no tenga inseguridades?”. Esa energía y necesidad de seguir desafiándose —incluso con su carrera ya hecha— es lo que dio frescura a Egypt Station.
En otra charla con Consequence, McCartney contó que el título del disco nació de manera visual y espontánea. Al hablar de su pintura con estilo egipcio —“Hice una pintura con cosas egipcias porque me gusta su escritura”, recordó— explicó que ese fue el punto de partida para el nombre y la identidad del álbum. Esa manera de transformar imágenes en música es parte de su estilo creativo.
Conversando con Howard Stern, McCartney mostró agradecimiento por lo que ha conseguido, admitiendo que a veces se detiene y piensa: “Tengo que pellizcarme a mí mismo”, al reconocer todo lo que ha vivido.
Ese asombro y humildad ante su propia historia también está en Egypt Station, un disco que mira hacia adelante sin dejar atrás el pasado.
«Egypt Station» ofreció una variedad de emociones y sonidos: desde canciones suaves y reflexivas hasta ritmos más atrevidos y modernos.
a crítica lo recibió bien: Metacritic le dio 74/100, valorando su honestidad y variedad. NME lo calificó con cuatro estrellas, destacando su apertura. Rolling Stone señaló que, pese a su larga carrera, la música de Paul seguía brillando.
Siete años después, «Egypt Station» sigue siendo un disco importante en la etapa más reciente de McCartney. Es un álbum de madurez sin cansancio, de movimiento sin exageración. Celebrarlo es reconocer a un artista que aún se sorprende, que sigue componiendo y mostrando su música con pasión y curiosidad.
“Sigo siendo muy competitivo”, reafirmó McCartney. Esa competencia, sin rivales externos, es con él mismo. Y es lo que mantiene vivo a «Egypt Station», siete años después de su estreno. No se quedó en su pasado; siguió construyendo su camino.
Sigue a FUTURO.cl en Google Discover
Recibe nuestros contenidos directamente en tu feed.
Seguir en Google