Una vez que te llaman el Futuro del Rock’n’roll, ¿adónde vas? Para Bruce Springsteen, la respuesta, tras más de seis décadas cantando, gritando, rockeando y escribiendo, resultó estar prácticamente en cualquier lugar, en todas partes. Caminando como Elvis. Hablando como Dylan. Rockeando como un vendaval a toda potencia. Así revivió la juventud dorada del rock y la fusionó con un talento para crear mundos que te atrapaban. Personajes que lucharon, amaron, impulsaron, temieron y detestaron en una América cuyo sentido de identidad y la cruda realidad chocaron y se quemaron. Alrededor, debajo y detrás de él, la mayor parte del tiempo, la E Street Band ha avivado su fuego, un gran grupo con un sonido imponente que podría tocar toda la noche, tocará toda la noche si se le da la oportunidad.
Y, sin embargo, el viaje de Springsteen es principalmente personal, aunque uno que recorre el de su nación, tanto en vida como a lo largo de la historia. Nacido en Long Branch, Nueva Jersey, el 23 de septiembre de 1949, de ascendencia holandesa, irlandesa e italiana, sus sueños de evasión alimentaron la música de aspiraciones románticas. Sin embargo, su sentido del lugar se mantuvo tan fuerte (su domicilio actual en Colts Neck está a menos de 13 kilómetros de su casa de la infancia) que, salvo los efectos desorientadores de la megafama de mediados de los 80, se ha mantenido firmemente con los pies en la tierra.
También tenía aspiraciones de escribir mejor y de forma diferente, aspiraciones cumplidas en sorprendentes álbumes de corta duración —»Nebraska», «The Ghost Of Tom Joad»— y en sus memorias, «Born To Run», que llegan a la esencia de lo que lo motiva. Hoy en día, compone canciones y ofrece espectáculos que arden con la misma intensidad de siempre, desde Broadway hasta Glastonbury, mientras se codea con políticos e intelectuales buscando su opinión sobre los problemas del momento. ¿La conciencia de su país? Un resultado improbable para ese chico flacucho en camiseta y con una Fender Esquire colgada a la espalda. Quizás ese sueño americano tenga algo de cierto, después de todo.
En su cumpleaños 76, en la radio del rock elegimos los 10 clásicos esenciales de Bruce Springtseen.
Born to Run
Una de las canciones más épicas, legendarias y pasionales. Aparece en el disco homónimo del año 1975. Es una descripción de lo que fue New Jersey en ese momento, mientras intentaba convencer a su amada Wendy de salir hacia una aventura fuera de la ciudad.
Thunder Road
También del disco Born to run, considerada como una de las mejores canciones de Bruce Springsteen, y de las más esperadas en cada concierto. Está situada en el puesto 86 de las mejores 500 canciones de todos los tiempos, de la Rolling Stone.
Born in the USA
«Nací en un pueblo de mala muerte/ Recibí la primera patada cuando nací/ Acabas como un perro al que han golpeado demasiado y pasas la mitad de tu vida protegiéndote…». De esta manera The Boss construye una de sus obras más polémicas, que según interpretaciones de seguidores, se trataría de una crítica a la gestión de su país en la Guerra de Vietnam y el trato a sus veteranos.
The River
Formando parte del disco homónimo lanzado en 1980, The River da cuenta de la peor crisis de la década de los 70, y la forma en que las familias norteamericanas se vieron afectadas. Esta canción recalca la cruda realidad de la pérdida de la adolescencia de forma prematura y de cómo los valores y las normas establecidas afectan y moldean a la humanidad.
Glory Days
Del disco Burn in the USA, la aclamada creación de Bruce contiene un relato autobiográfico de un encuentro que tuvo con un ex compañero de béisbol en el verano de 1973. Es un tema marcado por la nostalgia y los recuerdos de buenos momentos vividos.
Hungry Heart
Perteneciente a The River, esta canción fue a pedido del mismo Joey Ramone, quien le solicitó una canción para Ramones. Sin embargo, por consejos de su productor y manager, decidió guardársela para él.
Badlands
La canción que cuenta la historia de un hombre con mala suerte y frustración, que quiera dar un giro en su vida. Bruce pensó antes en el título de la canción “Badlands” que en el mismo contenido, sin embargo el resultado final tuvo mucha cohesión.
Nebraska
Con esta canción, Bruce repasa el caso de disparos de Charles Starkweather, un adolescente que fue condenado a muerte después de ser declarado culpable del asesinato de 11 personas. Más que el acto en sí, The Boss trata de explicar el por qué una persona llega a cometer este delito.
Streets of Philadelphia
Canción ligada al séptimo arte, ganadora del premio ÓScar a la mejor canción original, en la película Philadelphia (1993). Obtuvo buenas críticas y se llevó también cuatro Grammy’s.
Tenth Avenue Freeze Out
Si hay una canción que refleje la historia de los cimientos de E Street Band, es esta. En la trama, Bruce se refiere a sí mismo como “Bad Scooter”, luego menciona a “Big man” refiriéndose a Clarence Clemons. No tan aclamada por los rankings musicales pero si atesorada por sus seguidores.
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