El 5 de septiembre, Brad Wilk cumple 57 años y se mantiene como uno de los bateristas más influyentes de los últimos 30 años.
Su trabajo en Rage Against the Machine y Audioslave lo convirtió en un referente de cómo la batería puede ser motor, guía y, en muchos casos, voz de protesta. Para celebrar su legado, revisamos diez de sus mejores interpretaciones en estudio.
Original Fire (Audioslave)
Un tema de ritmo contagioso donde Wilk demuestra que también puede ser festivo y dinámico, aportando un groove vibrante a la faceta más ligera del grupo.
Bulls on Parade (Rage Against the Machine)
Con un beat hipnótico y marcial, su batería sostiene la intensidad de uno de los himnos más recordados de RATM, convirtiéndose en un arma rítmica al servicio de la rabia política.
Show Me How to Live (Audioslave)
La contundencia del riff encuentra en Wilk un pulso firme, casi militar. Su batería refuerza la épica de una de las canciones más celebradas de la banda junto a Chris Cornell.
Guerrilla Radio (Rage Against the Machine)
Explosiva y frenética, la batería dirige los cortes de la canción con precisión quirúrgica, logrando que cada cambio de intensidad tenga un impacto brutal.
Be Yourself (Audioslave)
En contraste con su faceta más violenta, aquí se muestra contenido y sensible. Su batería acompaña con sutileza y hace crecer la emoción del tema hasta su clímax final.
Know Your Enemy (Rage Against the Machine)
Los redobles y cambios de ritmo de Wilk son la columna vertebral de este clásico. Su precisión es fundamental para que la canción funcione en sus constantes giros.
Cochise (Audioslave)
El debut de Audioslave no podía empezar mejor. Como resultado, Wilk golpea con furia desatada y marca el terreno desde el inicio, anticipando la fuerza que tendría el proyecto.
Wake Up (Rage Against the Machine)
Una construcción de tensión que explota con toda la rabia acumulada. Por otro lado, la batería de Wilk es el reloj que marca cada segundo hasta el estallido final.
Wide Awake (Audioslave)
Una de las composiciones más oscuras y políticas del grupo. Como resultado, Brad Wilk imprime un carácter marcial a su batería, reforzando el mensaje de denuncia que sostiene la canción.
Killing in the Name (Rage Against the Machine)
El gran himno de RATM no sería lo mismo sin la batería de Wilk, que mantiene un groove implacable desde el inicio y explota en el clímax con furia descontrolada. Para resumir, su trabajo aquí es pura historia del rock.
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