El actor y comediante Adam Sandler cumple 59 años este 9 de septiembre, consolidándose como uno de los rostros más icónicos y versátiles de Hollywood.
Con más de tres décadas en la industria, ha sabido moverse entre la comedia ligera, el cine familiar y el drama de autor, dejando huellas imborrables en varias generaciones. Repasemos diez de sus mejores películas.
Happy Gilmore
Un clásico de sus primeros años, en esta comedia, Sandler da vida a Happy Gilmore, un jugador de hockey frustrado que descubre un talento inesperado para el golf. Su humor físico y el carisma desbordante lo convirtieron en uno de sus primeros grandes éxitos, cimentando la fórmula que lo llevaría a ser referente de la comedia de los noventa.
Son como niños
Aquí interpreta a Lenny Feder, un exitoso agente de Hollywood que regresa con sus amigos de la infancia para reencontrarse con la vida sencilla. El filme destacó por reunir a comediantes como Kevin James y Chris Rock, y marcó el regreso de Sandler a la comedia que lo acercó a una nueva generación de espectadores.
Como si fuera la primera vez
Sandler encarna a Henry Roth, un biólogo marino que se enamora de Lucy (Drew Barrymore), una mujer con pérdida de memoria a corto plazo. Esta mezcla de humor y ternura consolidó a Sandler como protagonista de comedias románticas y reafirmó la química inolvidable con Barrymore.
Un papá genial
En el papel de Sonny Koufax, un hombre inmaduro que inesperadamente debe cuidar a un niño, Sandler mezcla comedia con un costado más sensible. Fue clave para mostrar que, además de las risas, podía conectar con el público a través de historias con corazón.
Hotel Transylvania
Prestando su voz al Conde Drácula, Sandler lidera esta cinta animada donde un grupo de monstruos busca un espacio seguro para convivir lejos de los humanos. El éxito comercial dio origen a una franquicia de varias secuelas, ampliando su alcance hacia el cine familiar.
Cabezas huecas (Airheads)
Como parte de una banda de rock frustrada que secuestra una emisora de radio para lograr ser escuchada, Sandler interpreta a un ingenuo baterista. Aunque fue un papel secundario, esta cinta representó uno de sus primeros pasos en el cine y le permitió compartir pantalla con Brendan Fraser y Steve Buscemi.
Punch-Drunk Love
Aquí Adam Sandler sorprende como Barry Egan, un hombre solitario y emocionalmente frágil que busca el amor mientras lidia con la ansiedad. Dirigida por Paul Thomas Anderson, le otorgó reconocimiento crítico y demostró que podía trascender la comedia con una interpretación dramática de alto nivel.
The Wedding Singer
En este romance ambientado en los años 80, Sandler interpreta a Robbie Hart, un cantante de bodas que encuentra el amor en una camarera (Barrymore). Fue una de sus películas más exitosas de los noventa, consolidando su lugar en la comedia romántica y estableciendo una de las duplas más queridas del género.
Hustle
Sandler brilla como Stanley Sugerman, un cazatalentos de la NBA que apuesta por un jugador desconocido para cumplir su propio sueño. Esta cinta de Netflix reafirmó su madurez actoral, mostrando su capacidad de emocionar sin recurrir al humor tradicional que lo hizo famoso.
Diamantes en bruto (Uncut Gems)
Probablemente, su interpretación más intensa y aclamada. Esta vez encarna a Howard Ratner, un joyero de Nueva York obsesionado con las apuestas, Adam Sandler entrega su actuación más intensa y reconocida por la crítica. Bajo la dirección de los hermanos Safdie, el filme se transformó en la prueba definitiva de su versatilidad y en un punto de inflexión en su carrera.
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