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34 años de ‘Holy Smoke’, el debut de Janick Gers en Iron Maiden

El primer sencillo de No Prayer For The Dying, también marco del debut de un nuevo guitarrista tras la salida de Adrian Smith.

Iron Maiden

El 10 de septiembre de 1990, Iron Maiden lanzó «Holy Smoke», primer sencillo de su octavo álbum de estudio No Prayer for the Dying.

Fue una canción particular dentro de su catálogo. No solo porque marcó el inicio de una nueva etapa para la banda, sino porque se convirtió en el debut discográfico de Janick Gers como guitarrista de Maiden. Esto ocurrió tras la salida de Adrian Smith.

Se completaba la trilogía de guitarras

Musicalmente, «Holy Smoke» es un tema directo y desenfadado. Es mucho más cercano al hard rock clásico que a las largas composiciones épicas y progresivas. Iron Maiden venía explorando en discos anteriores como Seventh Son of a Seventh Son (1988). Con poco más de tres minutos de duración, la canción se sostiene sobre un riff sencillo y pegadizo. También tiene un ritmo rápido y la voz de Bruce Dickinson en un registro crudo y menos operático de lo habitual.

En lo lírico, el tema se centra en una crítica ácida hacia los telepredicadores y figuras religiosas. Estas figuras explotaban la fe para enriquecerse. Es un tópico recurrente en el heavy metal de finales de los ochenta y principios de los noventa. Frases directas y un tono irónico acompañan la energía del sencillo. Muestran a un Iron Maiden con un enfoque más terrenal y menos mitológico.

Un cambio de estética

El videoclip de «Holy Smoke» reforzó ese aire relajado e irreverente. La banda aparece tocando en el campo. Hay escenas cómicas y espontáneas, muy lejos de la estética oscura o épica con la que se asociaba a Maiden. Esa frescura sorprendió a los fanáticos. Dio una nueva imagen del grupo en una etapa de transición.

En cuanto a recepción, el sencillo tuvo un buen desempeño comercial. Alcanzó el puesto número 3 en las listas del Reino Unido. Aunque no llegó a convertirse en un clásico absoluto del repertorio, sí logró consolidarse. Es una pieza representativa de No Prayer for the Dying. También es testimonio del cambio de dirección que Iron Maiden emprendía en los noventa.

Hoy, a 34 años de su lanzamiento, «Holy Smoke» se recuerda como un sencillo peculiar. Es ligero, directo y crítico. Reflejó tanto la energía de una banda dispuesta a reinventarse como el inicio de una era distinta en la historia de Iron Maiden.


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